En un hecho de seguridad que ha levantado preocupaciones, militares de la base naval francesa de Ile Longue, ubicada cerca del puerto de Brest, dispararon el jueves contra cinco drones que sobrevolaban la instalación que alberga submarinos nucleares. La situación se volvió tensa cuando los responsables de la base activaron un dispositivo de lucha antidrones, y el batallón de fusileros marinos encargado de la protección del área realizó varios disparos para neutralizar la amenaza. Este tipo de incidentes no son nuevos, ya que en noviembre se registró otro evento similar en la misma zona de acceso prohibido.
El hecho pone de manifiesto una creciente inquietud en relación con los sobrevuelos de drones que han aumentado en los últimos meses sobre instalaciones sensibles en diversos países europeos. Este fenómeno, vinculado a posibles estrategias de desestabilización, se señala que podría tener conexiones con operaciones orquestadas desde Rusia. La base de Ile Longue es crítica para la disuasión nuclear francesa, ya que alberga cuatro submarinos nucleares, lo que eleva la importancia de garantizar la seguridad en sus alrededores.
La multiplicación de estos incidentes subraya la necesidad de un resguardo más riguroso en lugares estratégicos. La inquietud por la invasión del espacio aéreo de instalaciones militares se convierte en una nueva dimensión en el escenario internacional, donde la tecnología de los drones plantea desafíos complejos a la seguridad nacional.
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