Miles de agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha han protagonizado una masiva jornada de protestas en la región que ha afectado el flujo normal de tráfico en numerosas vías importantes. Con un claro distanciamiento de las principales organizaciones agrarias, estas protestas han cerrado autovías radiales en toda la región, afectando considerablemente las rutas de origen en Madrid.
Una participación sobresaliente de más de 300 tractores marcó el inicio de la jornada en la confluencia de la CM-43 y la A-4, con vehículos agrícolas llegados desde localidades como Tembleque, Mora y Villacañas, entre otras. La provincia de Toledo sufrió el mayor impacto, con cortes en la A-5, tanto en Maqueda como en Casarrubios del Monte, y en la A-42 a la altura de Illescas, lo cual motivó al Gobierno a liberar el peaje de la AP-41.
En Ciudad Real, cerca de 700 tractores bloquearon la A-4 a la altura de Manzanares, mientras que otros cortes ocurrieron en Puerto Lápice durante la mañana. Por otro lado, en Cuenca más de mil tractores convocados por la asociación Adeccu, desfilaron por el centro de la ciudad como símbolo de inconformidad contra la burocracia que afecta al sector primario, acusando a los grandes sindicatos agrarios de complicidad.
Las protestas también se extendieron a las capitales de provincia. Toledo enfrentó dificultades en el acceso al Polígono y afectaciones en el funcionamiento normal del hospital universitario. Albacete vio un flujo importante de tractores en la entrada del Polígono Industrial Campollano. Ciudad Real capital experimentó retrasos y circulación lenta debido a los tractores transitando por vías principales. En Guadalajara, la protesta impactó el tránsito en el Corredor del Henares, afectando brevemente ambos sentidos de la A-2.
Además, en Alcolea del Pinar, las marchas resultaron en más de 300 tractores que en un momento cortaron la autovía A-2. A pesar de los numerosos cortes, el Gobierno regional aseguró que las carreteras de Castilla-La Mancha pudieron asumir las desviaciones de tráfico sin mayores dificultades.
Las movilizaciones también tuvieron consecuencias sobre la educación, con afectaciones a treinta rutas escolares que provocaron ausencias o retrasos a más de medio millar de alumnos en toda la Comunidad Autónoma, exceptuando Albacete.
Desde el ámbito político, la reacción ha sido variada: el PP mostró su apoyo rotundo a las manifestaciones, mientras que los socialistas llamaron a la paz y a evitar disturbios. Por su parte, Vox celebró el despertar del campo ante una Agenda 2030 que, según ellos, conlleva consecuencias negativas para el sector. IU expresó su preocupación por la posible influencia de la derecha y la ultraderecha en las protestas, sospechando que están detrás de la organización de las mismas.
Finalmente, la Federación de Transporte de Mercancías de Castilla-La Mancha (Fetcam) manifestó su respeto hacia las reivindicaciones del sector agrario, pero advirtió sobre el ‘daño terrible’ que estas movilizaciones causan al transporte de mercancías, un sector ya de por sí afectado en diversos ámbitos.