Miles Alzan la Voz en Malmö Demandando la Salida de Israel de Eurovisión

En la ciudad de Malmö, Suecia, se ha desarrollado la edición de este año del festival de Eurovisión, un evento que no ha estado exento de controversia y tensión política. Miles de manifestantes han tomado las calles para exigir la expulsión de Israel del certamen, en medio del conflicto que el país mantiene en la franja de Gaza. La situación se ha complicado aún más con la descalificación de Joost Klein, representante de Países Bajos, después de un incidente con una trabajadora de producción del espectáculo. Esta concatenación de eventos ha escalado las tensiones, llevando a enfrentamientos con la policía sueca en las inmediaciones de la Malmö Arena, la cual ha visto obligada a evacuar a los manifestantes presentes. Hasta el momento, no se ha informado oficialmente sobre posibles detenidos.

La presencia de la artista israelí Eden Golan, con su tema «Hurricane», ha sido una de las causas centrales del descontento, en un contexto donde los enfrentamientos en Gaza han resultado en la muerte de alrededor de 35.000 palestinos. La participación de Israel ha generado un incremento en las medidas de seguridad, con un despliegue significativo de fuerzas policiales, tanto dentro como en los alrededores del recinto del festival. Durante los ensayos, activistas que mostraban su apoyo a Palestina fueron expulsados del evento, y la actuación de Golan ha sido recibida con abucheos por parte de la audiencia.

La controversia ha alcanzado tal magnitud que la Unión Europea de Radiodifusión (UER), encargada de la organización de Eurovisión, ha tenido que realizar una reunión de crisis para abordar los numerosos incidentes ocurridos. Estos no solo incluyen la expulsión de Países Bajos y las protestas en contra de Israel, sino también denuncias de Irlanda hacia la UER por los comentarios ofensivos de la televisión israelí KAN contra su representante, Bambie Thug, y la interrupción de la actuación de Francia por Slimane, quien hizo un alegato en pro de la paz y el amor.

La organización de Eurovisión se ha visto obligada a reiterar el carácter apolítico del festival, aunque se ha enfrentado a críticas por aplicar un doble rasero, especialmente recordando la exclusión de Rusia en la edición de 2022 debido a su intervención militar en Ucrania. Entre los manifestantes, destacó la presencia de la activista medioambiental sueca Greta Thunberg, simbolizando la conexión de las reivindicaciones con otras luchas sociales y ambientales globales.

El festival de Eurovisión 2024 se encuentra, así, en el ojo del huracán, reflejo de las tensiones políticas y sociales que sacuden al mundo, y demostrando una vez más cómo eventos culturales y artísticos pueden convertirse en plataformas para el debate y la protesta social.

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