A principios de marzo, el Complejo Industrial de Repsol en Puertollano ha anunciado el comienzo de una importante parada de mantenimiento programada, abarcando sus unidades de Conversión con el fin de mejorar la eficiencia energética y la competitividad. Además, se busca asegurar la fiabilidad y la seguridad en todas sus operaciones. La actualización tecnológica y la introducción de las mejores tecnologías disponibles marcarán los trabajos durante esta parada programada, colocando un fuerte énfasis en la descarbonización como aspecto clave de las mejoras.
Para llevar a cabo este gran esfuerzo, Repsol ha previsto una inversión de 120 millones de euros en un periodo de dos años, que culmina ahora con la implementación de las mejoras programadas. La parada, que tendrá una duración de aproximadamente 60 días durante marzo y abril, es vital para asegurar que el complejo inicie un nuevo ciclo productivo en las mejores condiciones, integrando además innovaciones tecnológicas de vanguardia.
Una de las metas fundamentales de esta parada es la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO₂). Se estima que las acciones implementadas traerán consigo una reducción anual de 30.000 toneladas en las emisiones de CO₂. Dentro de estas iniciativas, se destaca la modificación de la unidad de Coquer con la sustitución de una turbina de vapor por un motor eléctrico de 2,4 MW, llevando a la reducción de emisiones de CO₂ por 17.000 toneladas anuales. Este cambio refleja el esfuerzo de Repsol por electrificar sus procesos industriales, siendo un paso audaz hacia la descarbonización.
El proyecto de descarbonización se complementa con la mejora de unidades como la de Vacío, introduciendo cambiadores de calor más eficientes y un nuevo precalentador de aire que optimizará el calor dentro de la unidad, reduciendo la necesidad de energía externa.
En cuanto a la automatización y digitalización, el complejo incrementará la seguridad y competitividad con proyectos como la instalación de sistemas automáticos de apertura y cierre en la unidad de Coquer, una actualización que prosigue el trabajo comenzado en el paro plurianual anterior de 2018. Además, se automatizarán procesos como los cortes en las cámaras de coque, así como se agregarán nuevas válvulas de aislamiento en la unidad de FCC, elevando la barrera de seguridad en la planta.
Con respecto al mantenimiento y la fiabilidad, se desplegarán tecnologías de punta en una diversidad de equipos. Más de 2.000 equipos pertenecientes a las 20 unidades del complejo serán inspeccionados y mejorados, incluyendo acciones en columnas, depósitos, hornos, chimeneas y más.
La seguridad y salud de todos los trabajadores durante este período es de máxima importancia. Un Grupo de Coordinación de Seguridad compuesto por 50 personas de Repsol y de empresas auxiliares llevará a cabo reuniones diarias y se asegurará de que las normativas de seguridad se respeten continuamente. Para respaldar estas tareas, se ha impartido más de 10.000 horas de formación específica en seguridad y se ha puesto a disposición un manual y una aplicación para todos los trabajadores implicados en el proyecto.
En un esfuerzo colaborativo notable, se espera la participación de una media de 1.000 trabajadores durante la parada, evidenciando la envergadura del proyecto y el compromiso para con la mejora continua del Complejo Industrial de Repsol en Puertollano. Este anuncio fue hecho público inicialmente por el Ayuntamiento de Puertollano, reflejando la relevancia de la actividad industrial de Repsol para la localidad.