En un acto que promete ser un destacado reconocimiento al esfuerzo empresarial en la región, José Ruiz Pérez, del Grupo Edelbio-Miguelitos Ruiz, por Albacete; José Antonio y León Barahona, de Barahona Obras y Servicios, por Ciudad Real; Ana María Valladolid, de Autolíneas Rubuiocar, por Cuenca; María José Rodríguez de Ditalen, por Guadalajara; y María Ángeles Martínez y Juan José Bonilla, de Bonilla Motor, por Toledo, han sido seleccionados como premiados en la vigésimo primera edición de los Premios Empresariales Cecam 2024.
La lista fue presentada este lunes por el presidente de la Confederación Castellanomanchega de Empresarios (Cecam), Ánvel Nicolás, junto al secretario, Mario Fernández. La gala de entrega se llevará a cabo el próximo miércoles 30 de octubre en el Teatro de Rojas de Toledo, donde se espera la asistencia de reconocidas figuras del ámbito económico, político e institucional, incluyendo al presidente de CEOE, Antonio Garamendi; el de Cepyme, Gerardo Cuerva; el presidente del Gobierno castellanomanchego, Emiliano García-Page; y el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez.
La elección de estos empresarios representa sectores productivos diversos y tiene como objetivo destacar su «inestimable contribución al desarrollo y crecimiento de Castilla-La Mancha». Nicolás enfatizó el papel crucial del empresario como motor del crecimiento económico y generador de empleo en la región.
En cuanto a la situación actual del tejido empresarial en Castilla-La Mancha, Nicolás consideró que, aunque los datos macroeconómicos pueden parecer alentadores, la realidad se torna distinta para las pequeñas y medianas empresas, así como para los autónomos. «Esa macroeconomía se diluye, y no la vemos por ningún sitio», afirmó, advirtiendo que, a pesar de los números que podrían sugerir una buena salud económica, las pymes enfrentan una creciente carga tributaria que afecta sus beneficios y pone en riesgo su supervivencia.
El presidente de Cecam subrayó que, si bien las grandes empresas del Ibex 35 podrían lucir un panorama positivo, las pequeñas estructuras enfrentan serias dificultades. «Esa es la realidad que tenemos hoy en día, no solo en Castilla-La Mancha», concluyó, destacando que solo las grandes compañías tienen la capacidad de negociar mejoras laborales, como la reducción de la jornada, en sus convenios colectivos.
