La devoción y la tradición se hicieron presentes en Almagro con la celebración de la primera de las romerías en honor a la Santísima Virgen de las Nieves, patrona de la localidad. El presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, acompañado de distinguidas autoridades, participó en este emblemático acto religioso que una vez más ha congregado a un gran número de fieles y devotos.
El alcalde de Almagro, Francisco Javier Núñez, el presidente de la Hermandad, Miguel de la Rubia Labián, entre otros miembros del gobierno y la comunidad, se dieron cita en el Santuario de la Virgen para compartir esta importante festividad. La jornada comenzó con una solemne celebración Eucarística, amenizada por las melodías de la asociación folclórica “Tierra Roja” de Almagro, que con su música tradicional contribuyó a la atmósfera de recogimiento y celebración.
Momentos de particular emoción se vivieron durante la bendición de las medallas de la Santísima Virgen de las Nieves y su imposición a los nuevos hermanos y hermanas, un rito de acogida y renovación de la fe para los miembros de la Hermandad.
El presidente de la Diputación, Valverde, expresó su alegría y satisfacción por unirse a esta festividad que no solo es fundamental para Almagro, sino también para las comunidades vecinas como Bolaños de Calatrava. Resaltó la importancia de la tradición agrícola del entorno y extendió su deseo de que todos los asistentes disfrutaran de la jornada.
Como parte de la tradición, antes de la misa en honor a la Virgen, se llevó a cabo la ofrenda floral, donde familias y representantes de empresas locales presentaron sus ramos como muestra de respeto y devoción ante la imagen de la Patrona.
Las romerías celebradas en la provincia de Ciudad Real son eventos de gran participación popular que no solo evidencian la fuerte identidad cultural y folclórica de la región, sino que también son puntos de encuentro para la fe y la comunidad. El Santuario de la Virgen de las Nieves, lugar de la celebración, es un edificio histórico de gran belleza que data del siglo XII, con un camarín para la Virgen construido aproximadamente en 1776 con el esfuerzo económico y las donaciones de los miembros de la cofradía y los devotos.
