En una reciente visita al Centro de Investigación Apícola de Marchamalo en Castilla-La Mancha, el vicepresidente segundo del Gobierno regional, José Manuel Caballero, ha elogiado la miel de la zona, destacando su relevancia como «una de las mejores del mundo». Este centro, enfocado en la investigación de la calidad de la miel, proporciona un marco para asegurar la calidad del producto y combatir el fraude, un aspecto clave en la seguridad alimentaria.
Durante su estancia, Caballero, acompañado del alcalde de la localidad, Rafael Esteban, y del delegado de la Junta en la provincia de Guadalajara, José Luis Escudero, ha subrayado el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha con el sector apícola, dedicando más de 1,1 millones de euros entre el Plan Nacional Apícola y ayudas extraordinarias para atenuar las adversidades que enfrenta el sector, incluyendo las causadas por períodos de sequía.
Este apoyo financiero incluye 800.000 euros provenientes del Plan Nacional Apícola, beneficiando a 155 apicultores que buscan mejorar la tecnificación e innovación, y 358.000 euros en ayudas directas extraordinarias dirigidas a 340 apicultores profesionales trashumantes. Estas iniciativas han tenido un impacto tangible, con la creación de empresas y la promoción de la producción de miel en la región, donde actualmente existen 57 industrias del sector, 17 de ellas situadas en Guadalajara, la provincia con el mayor número en este ámbito.
Caballero destacó el esfuerzo de los más de 2.200 productores de Castilla-La Mancha, responsables de producir 3.113 toneladas de miel, equivalente a más del 10,2% de la producción española. Aprovechó la ocasión para alabar el estudio que se lleva a cabo desde el centro de investigación para garantizar la excelencia en la calidad de la miel.
El vicepresidente quiso conocer de primera mano la experiencia y las ideas de los profesionales e investigadores del centro, una instalación dotada de tecnología avanzada que lo posiciona como referente a nivel nacional e internacional. Enfatizó la importancia de la investigación en diversos campos, especialmente en la mejora de la calidad y la seguridad de los productos agroalimentarios, y recordó que Castilla-La Mancha es conocida como la «despensa de Europa».
El Centro de Investigación Apícola y Agroambiental, que funciona desde 2004 y que tiene sus orígenes en el Centro Apícola Regional creado en 1983, desarrolla líneas de investigación alineadas con las demandas del sector, incluyendo la resolución de problemas patológicos y el cumplimiento de los objetivos medioambientales y de seguridad alimentaria requeridos por la sociedad. Además, el centro presta servicios para el diagnóstico de enfermedades apícolas y para la caracterización y mejora de la calidad de la miel, haciendo especial hincapié en productos como la Miel de la Alcarria, con Denominación de Origen.