El Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo ha levantado enérgicas críticas contra los países que abusan de sus vetos en asuntos fiscales, urgendo un relanzamiento de las discusiones para introducir gradualmente la votación por mayoría en estas cuestiones. Los eurodiputados manifestaron su frustración ante el uso repetido de vetos que, según ellos, obstaculizan las reformas necesarias para una política fiscal más coherente y justa en toda la Unión Europea.
La práctica del veto ha sido un punto de controversia recurrente dentro de las instituciones europeas. En la situación actual, cualquier país miembro puede bloquear decisiones fiscales que requieran unanimidad, lo que ha llevado a un estancamiento en iniciativas claves. «Es inaceptable que el interés de un solo estado miembro paralice el progreso de todos», afirmó un portavoz del comité. Los eurodiputados han dicho que este abuso de poder debilita la capacidad de la Unión para responder eficazmente a retos económicos globales, como la evasión fiscal y la competencia desleal.
En su reciente reunión, los miembros del comité propusieron una serie de medidas para transformar el proceso de toma de decisiones fiscales. Una de las propuestas más destacadas es la introducción paulatina de un sistema de votación por mayoría cualificada. Bajo este sistema, las políticas fiscales podrían aprobarse si cuentan con el respaldo de al menos 55% de los países miembros, representando al menos el 65% de la población de la UE. Según los partidarios de la medida, esto permitiría decisiones más ágiles y representativas.
«El uso de vetos en asuntos fiscales se ha convertido en una táctica obstructiva que socava la solidaridad y el progreso de la unión», señaló uno de los eurodiputados. Otros apuntaron que este cambio no solo es necesario, sino también urgente, dado el contexto económico globalmente inestable y las crecientes amenazas que enfrenta la UE en temas de competitividad y justicia fiscal.
Las reacciones a esta proposición han sido mixtas. Algunos estados miembros, que dependen en gran medida de sus políticas fiscales para atraer inversiones, han expresado su desacuerdo y preocupación por la pérdida potencial de su capacidad de veto. En contraste, países que buscan una mayor alineación fiscal han mostrado su apoyo total a la iniciativa, sintiendo que esto fortalecería la cohesión y eficiencia del bloque europeo.
El debate aún tiene un largo camino por recorrer, y la propuesta enfrentará obstáculos significativos. Sin embargo, el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios parece decidido a continuar con su empeño para resolver lo que consideran una barrera crítica para el desarrollo económico y la justicia fiscal dentro de la Unión Europea. Los próximos meses serán cruciales para determinar si se logra un consenso suficiente para iniciar esta transición hacia una votación por mayoría en materia fiscal.
La gravedad de la situación y la persistente insistencia del parlamento subrayan la importancia de encontrar una solución viable. Con la presión aumentando, se espera que los líderes de la UE aborden este tema con renovada urgencia, intentando equilibrar los intereses nacionales con el bien común europeo.
Nota de prensa UE