En una trágica serie de eventos que dejó conmocionado a Manhattan, especialmente al prestigiado sector financiero y de seguros, Brian Thompson, director ejecutivo de la aseguradora UnitedHealthCare, fue asesinado a tiros en las puertas del hotel Hilton Midtown. La mañana del miércoles, Thompson se dirigía a una conferencia anual de inversores, sin saber que sería víctima de un ataque premeditado y altamente simbólico.
El asesinato, descrito por las autoridades como un «ataque descarado y selectivo», se llevó a cabo con un sorprendente detalle que ha dejado perplejos tanto a investigadores como al público en general. Las balas utilizadas en el crimen tenían inscritas las palabras «delay» (retrasar) y «depose» (destituir), un mensaje que ha llevado a una profunda especulación sobre el motivo detrás del asesinato. Estas palabras fueron descubiertas en un casquillo que quedó pendiendo del arma de fuego y en una bala expelida cuando, al parecer, el arma se atascó durante el ataque.
La comisaria del Departamento de Policía de Nueva York, Jessica Tisch, informó que el tirador se acercó a Thompson por detrás, disparándole al menos una vez en la espalda y una vez en la pantorrilla derecha. Pese a los esfuerzos de profesionales sanitarios que acudieron rápidamente al lugar, Thompson fue declarado muerto en el hospital Mount Sinai West, apenas media hora después del ataque.
La policía ahora investiga si las palabras inscritas en las balas están relacionadas con el móvil del asesinato. Se especula si el mensaje tiene relación con un concepto popular en la industria de los seguros: «delay, deny, defend» (retrasar, negar, defender), una estrategia conocida por ser empleada en la gestión de reclamos para minimizar pagos.
Este caso ha puesto de relieve no solo la vulnerabilidad de figuras clave en el sector financiero y de seguros sino también la posibilidad de que los crímenes violentos lleven consigo mensajes sofisticados y posiblemente relacionados con las prácticas comerciales de las víctimas. Mientras la ciudad de Nueva York y la comunidad de negocios aún se recuperan del shock, la Policía de Nueva York continúa su investigación, esperando desvelar el misterio detrás de este crimen que ha tocado los nervios de la sociedad estadounidense.