Cada día, la infraestructura crítica de la nación desempeña un papel fundamental en la vida de los estadounidenses. Desde garantizar la seguridad nacional hasta facilitar la estabilidad económica y asegurar la protección pública, estos sistemas son la base sobre la que se construye nuestra sociedad. Al iniciar el Mes de la Seguridad y Resiliencia de la Infraestructura Crítica, el compromiso de transformar y fortalecer estas estructuras es más relevante que nunca.
Apenas asumió nuevamente su cargo, el presidente firmó una Orden Ejecutiva destinada a reactivar la energía estadounidense, lo que permitirá restaurar la capacidad de producción de recursos esenciales para la economía. Esta reafirmación del dominio energético estadounidense busca no solo reconstruir las cadenas de suministro y reforzar la base industrial, sino también garantizar la seguridad del país, todo ello sin olvidar la creación de empleos bien remunerados.
Mientras se modernizan las bases de la fortaleza estadounidense, también se establece una infraestructura digital que definirá el futuro. Estados Unidos se encuentra en una carrera por alcanzar el dominio global en el desarrollo tecnológico, especialmente en inteligencia artificial (IA). Ganar esta batalla podría abrir un nuevo capítulo de florecimiento humano, competitividad económica y seguridad nacional.
La estrategia del gobierno es integral, buscando acelerar la innovación y construir la infraestructura necesaria para la IA, además de liderar en diplomacia y seguridad internacional. Desde el retorno del presidente al cargo, se han anunciado inversiones en infraestructura de IA que superan los 400 mil millones de dólares. Este monto es más que lo destinado a programas emblemáticos como el Programa Apollo y el Proyecto Manhattan combinados. Se están desarrollando rápidamente centros de datos de próxima generación y modernizando redes eléctricas y de comunicaciones para acompañar este crecimiento sin precedentes.
Además, la administración no se detiene en la energía y la tecnología. También está fortaleciendo diversos sectores críticos como el transporte, las comunicaciones y la defensa, que son esenciales para la prosperidad del país. Se buscan enfoques sensatos basados en el riesgo para fomentar el desarrollo de nuevas infraestructuras, modernizar las existentes y promover innovaciones que no solo protejan a los ciudadanos, sino que también impulsen la economía.
La labor se extiende a cada rincón de la nación, empoderando a los estados y municipios para que tomen decisiones inteligentes que beneficien a sus comunidades y, a su vez, a los contribuyentes. En este esfuerzo, cada mejora realizada en estas estructuras promete un país más avanzado, confiable y resiliente.
A medida que este mes se desarrolla, es un momento propicio para reflexionar sobre la importancia de estas infraestructuras en nuestras vidas y para renovar el compromiso colectivo hacia un futuro más seguro y próspero.
Fuente: WhiteHouse.gov

















