En un ambiente marcado por la esperanza y la reflexión, el mensaje navideño del Presidente y la Primera Dama resuena en hogares de todo el país, enviando un abrazo cálido a cada rincón de la nación. Mientras se celebra la llegada de la Navidad, estos líderes comparten un mensaje que recuerda la esencia de estas festividades: el amor, la unidad y la fe.
El relato que se remonta a más de 2,000 años nos recuerda la historia del nacimiento de Jesús en Belén, donde los ángeles comunicaron a humildes pastores la buena nueva de esperanza para la humanidad. “¡Gloria a Dios en las alturas!”, exclamaron, revelando un momento que, aún siglos después, sigue iluminando la vida de millones. Guiados por una estrella resplandeciente, estos pastores se acercaron a un pesebre lleno de fe y admiración, donde la figura del niño Jesús irradia luz y promesa.
Cada Navidad, la historia cobra vida nuevamente, simbolizando la inagotable generosidad del amor divino y el deseo de Dios de estar cercano a su creación. En esta época del año, los creyentes de todo el mundo celebran el don de su hijo, cuyo impacto perdura a través de las generaciones y que continúa ofreciendo consuelo y esperanza.
En este sentido, el Presidente también reflexiona sobre los valores que han definido a la nación a lo largo de sus casi 250 años de historia. Resalta la importancia de la fe, la familia y la libertad, principios fundamentales que han sido el corazón del espíritu americano. Como líder del país, reafirma su compromiso de defender esos ideales, haciendo hincapié en que Estados Unidos siempre será una nación bajo la guía de Dios.
La Navidad también trae consigo un homenaje especial a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas que, por su vocación y sacrificio, están lejos de sus seres queridos en estas festividades. Su valentía y dedicación son destacadas en este mensaje, recordando que su labor ardua es la que permite que millones de estadounidenses celebren con paz y seguridad.
Con oraciones de amor, misericordia divina y paz perpetua, el mensaje concluye con un sincero deseo de una alegre Navidad para todos los estadounidenses y para aquellos que celebran en el mundo entero. En un momento donde el espíritu navideño puede sentirse perdido en la rutina diaria, esta declaración busca reconectar a cada uno con el significado que verdaderamente impregna esta época del año: la esperanza, la unión y el amor compartido.
Fuente: WhiteHouse.gov
