Cada año, miles de estadounidenses sufren lesiones o pierden la vida debido a conductores imprudentes bajo la influencia del alcohol y las drogas. En este Mes Nacional de Prevención de Condiciones de Manejo Impedido, se envían pensamientos y apoyo a todas las familias que han perdido a un ser querido, mientras se reafirma el compromiso de prevenir el abuso de sustancias en las carreteras y asegurar la vida y salud de todos.
La influencia de drogas y alcohol distorsiona el juicio, reduce el tiempo de reacción y compromete la capacidad de tomar decisiones seguras al volante. La realidad es escalofriante: un estadounidense muere cada 42 minutos a causa de conductores impedidos. Esta situación llevó a la Administración actual a redoblar esfuerzos para combatir la crisis de abuso de sustancias.
Desde su regreso al cargo, se han tomado medidas decisivas para frenar el flujo de drogas ilegales al país, asegurando las fronteras y fortaleciendo el apoyo a las fuerzas del orden. La Oficina de Política de Control de Drogas está trabajando de manera activa para abordar y prevenir los trastornos por uso de sustancias, así como para desmantelar las redes criminales que alimentan este fenómeno. Se están invirtiendo cientos de millones de dólares en programas como el de Las Zonas de Tráfico de Drogas de Alta Intensidad y el Programa de Apoyo a Comunidades Libres de Drogas, destinados a restaurar el orden y la seguridad en las calles.
Además, se busca aumentar el acceso a tratamientos, asegurando que cada americano que lidia con el uso de drogas y alcohol tenga un camino hacia la recuperación. Las campañas de concienciación, como «Conduce Sobrio o Te Detendrán», también son parte de este esfuerzo.
Durante este mes, se recuerda a quienes han visto sus vidas truncadas por conductores impedidos. Se extiende una especial gratitud a los valientes policías, primeros respondedores, trabajadores de la salud y organizaciones locales que luchan diariamente para evitar estas tragedias. Ante todo, se reafirma el compromiso de prevenir estos sucesos y la determinación de priorizar la seguridad, salud y bienestar de todos los estadounidenses. La lucha es constante, y el objetivo es claro: construir una nación más segura y saludable para todos.
Fuente: WhiteHouse.gov

















