Hoy se recuerda el nacimiento de un coloso de la historia estadounidense: Theodore Roosevelt. Nacido en 1858, este hombre, con una vida tan vibrante como sus convicciones, encarna el espíritu del excepcionalismo americano. Neoyorquino de pura cepa, Roosevelt no solo era un político audaz, sino también un verdadero aventurero que abrazó “la vida esforzada” desde joven. Desde sus hazañas en la caza y la boxeo, hasta su admirable liderazgo en la Batalla de San Juan Hill, su valentía le valió el reconocimiento como el único presidente en recibir la Medalla de Honor del Congreso.
Su carrera política es un testimonio de su entrega. Antes de cumplir 45 años, había desempeñado roles clave, desde legislador estatal y comisionado de policía de Nueva York hasta gobernador y vicepresidente. Su ascenso se vio abruptamente acelerado tras el asesinato del presidente William McKinley en 1901, lo que lo convirtió en el 26º presidente de los Estados Unidos y el más joven en la historia.
Como presidente, Roosevelt estableció una política exterior fundamentada en su famosa premisa: «habla suavemente y lleva un gran garrote». Este enfoque radicaba en la creencia de que la fortaleza, la prosperidad y la libertad en casa permiten disuadir amenazas externas, promoviendo así la paz. Durante su gestión, transformó Washington en un centro de acción dinámica, luchando incansablemente por un “trato justo” para los ciudadanos olvidados del país. Desde la construcción del Canal de Panamá hasta la erradicación de la corrupción y la mejora de la seguridad alimentaria, sus logros dejaron una huella imborrable en la nación.
Ayer y hoy, su legado sigue inspirando. En un momento en que se celebran cerca de 250 años de independencia americana, la administración actual busca retomar los principios que guiaron a Roosevelt. La rendición de cuentas a funcionarios corruptos, la defensa de los recursos naturales y la reafirmación del liderazgo estadounidense en el mundo son algunas de las prioridades que recalcan su impacto.
El ejemplo de Roosevelt es un faro. Su capacidad para soñar en grande y su determinación inquebrantable son aspectos que no solo construyeron su historia, sino que también pueden guiar a futuras generaciones. Al marcar este día, se renueva el compromiso de seguir luchando por una América más fuerte, más unida y llena de oportunidades.
¡Feliz cumpleaños, Presidente Roosevelt! Su legado sigue vivo en los corazones de muchos.
Fuente: WhiteHouse.gov
