Hoy, en un rincón especial del calendario cristiano, el presidente de los Estados Unidos se une a los ciudadanos para conmemorar el Día de Todos los Santos, una jornada que invita a la reflexión sobre el legado de aquellos que han dejado una huella imperecedera en la fe y en la vida del país. Con un tono de solemnidad, el mandatario, junto a la Primera Dama, rinde homenaje a los santos que, a lo largo de la historia, han iluminado el camino de millones de creyentes.
En su mensaje, el presidente destaca que la raíz del poder de la nación se encuentra en la bondad de su gente, recordando que el compromiso con la fe y los valores cristianos fortalece la identidad nacional. “Desde nuestros primeros días, la historia de Estados Unidos ha sido moldeada por los ejemplos de hombres y mujeres santos”, reflexiona, aludiendo a figuras emblemáticas como la Virgen María, Santa Frances Xavier Cabrini y Santa Elizabeth Ann Seton. Cada uno de estos santos, menciona, ha aportado un legado de servicio y educación que sigue resonando en la actualidad.
El mandatario también reafirma un compromiso esencial de su administración: la defensa de la libertad religiosa. En momentos en que la discriminación por motivos de fe se convierte en un desafío, se alza una voz decidida para proteger el derecho de cada ciudadano a vivir sus creencias sin temor. “Defenderemos las comunidades de fe contra la persecución y aseguraremos que los valores cristianos mantengan su lugar en el corazón de la vida estadounidense”, asegura, en un mensaje de unidad y esperanza.
La celebración del Día de Todos los Santos se entrelaza con la próxima conmemoración del Día de los Fieles Difuntos, una ocasión para recordar y honrar a quienes han partido. Hoy, la serenidad del mensaje resuena en la comunidad, instando a todos a seguir el ejemplo de aquellos que han buscado la luz en el camino de la fe. “Que su ejemplo nos guíe hacia una república más fuerte en la fe, la esperanza y la libertad”, concluye, dejando en el aire un llamado a renacer en valores que trascienden el tiempo y ocupan un lugar central en el espíritu de la nación.
Fuente: WhiteHouse.gov

















