El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Gobierno de Castilla-La Mancha, Julián Martínez Lizán, ha instado al nuevo comisario de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, a continuar la labor de simplificación administrativa que ya se había iniciado con la anterior gestión. Según Martínez Lizán, este proceso es fundamental para que las explotaciones de menos de 10 hectáreas no enfrenten ninguna carga documental, un aspecto que tiene una «importancia suprema» en Castilla-La Mancha, donde las explotaciones familiares son cruciales para el desarrollo rural y la fijación de población.
El consejero también ha subrayado la necesidad de avanzar en la protección de la agricultura ecológica, un sector en crecimiento que ya aplica prácticas sostenibles como la no utilización de fitosanitarios. «Hay una legión de agricultores que desean desarrollarla», destacó Martínez Lizán, resaltando que esta forma de producción representa «la agricultura más sostenible que hay».
Además, el consejero se ha mostrado satisfecho con el nombramiento de la socialista castellanomanchega Cristina Maestre como Portavoz del partido en la Comisión de Agricultura durante los próximos cinco años. Martínez Lizán ha enfatizado la relación de cordialidad y amistad que le une con Maestre, lo que facilitará la comunicación de inquietudes y necesidades del sector agrícola.
Por otro lado, Martínez Lizán no ha descartado el surgimiento de nuevas protestas en el campo tras la conformación de los nuevos órganos de gobierno. Alertó sobre la inestabilidad del sector primario, que puede experimentar cambios drásticos en poco tiempo. En este sentido, apuntó que la Comisión Europea se enfrenta al reto de la nueva legislatura, a la vez que deben recordar los compromisos asumidos por la presidenta Ursula von der Leyen tras las protestas del pasado.
El consejero también agregó que las organizaciones agrarias tienen la responsabilidad de defender los intereses del campo ante las administraciones y buscar soluciones mediante la negociación.
En otro tema, se refirió a las próximas elecciones en Estados Unidos y expresó su deseo de que Donald Trump no gane, dado que su anterior mandato había complicado las relaciones comerciales con productos castellanomanchegos. Martínez Lizán subrayó que la situación del sector agroalimentario en Castilla-La Mancha es delicada, especialmente en un contexto de altas tensiones geopolíticas y de incremento en los costes de producción.
La importancia del sector agroalimentario se refleja en que representa el 18% del PIB de Castilla-La Mancha y en que uno de cada tres euros de las exportaciones proviene de este mercado. Martínez Lizán destacó que vinos de la región se pueden encontrar en 150 países, lo que demuestra la relevancia de las relaciones internacionales para el impulso del mercado regional. Para mitigar posibles fluctuaciones comerciales a nivel internacional, el consejero propuso ayudar a las empresas a modernizarse y adaptarse a la demanda de los consumidores, garantizando así la oferta de productos de alta calidad.