La Fundación Franz Weber ha advertido este domingo que situaciones como la cornada de un toro que acabó con la vida de un hombre durante una suelta de reses en Mesones, pedanía de El Casar (Guadalajara) son presenciadas por personas menores de edad, lo que supone un contexto de especial riesgo para su integridad moral y desarrollo psicosocial.
Este contexto, que pudieron ver niñas y niños en la misma plaza, completa el apoyo del Ayuntamiento del Casar a actividades como “encierro infantil con minibueyes” que tuvo lugar los días 20 y 21 de este mismo mes, o la clase práctica de una escuela taurina de la provincia.
FFW recuerda que el marco jurídico castellanomanchego no contempla medidas de prevención efectiva, como sí sucede en otras comunidades, donde se prohíbe el acceso de personas menores de edad a actividades o espectáculos si incluyen situaciones de violencia o contenido perjudicial para el correcto desarrollo de su personalidad.
Así, contemplar una cornada o una cogida a un torero no parece que sean situaciones aceptables que un niño de cuatro o cinco años pueda visualizar, ni que estos contextos vayan a tener un impacto positivo en las vivencias personales.
Los naturalistas añaden también suman las objeciones realizadas por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, de forma específica sobre tauromaquia a España en 2018, y a través del Comentario General nº26.
Violencia gratuita y refuerzos positivos.
La ONG internacional ya advirtió en situaciones similares que niños, niñas y adolescentes reciben un refuerzo positivo en forma de apoyo y comentarios por parte de familiares y otras personas durante las situaciones de riesgo para la vida de los participantes directos.
Esto supone un claro acercamiento a la violencia y su exposición, contribuyendo a trivializar en el futuro el maltrato infringido a animales, e interiorizar el supuesto “heroísmo” de las personas lesionadas o fallecidas en un ruedo.