En una noche vibrante y llena de emociones, el Festival de Eurovisión 2025 avanzó hacia su momento culminante al celebrar su segunda semifinal, donde 16 países competían por un preciado lugar en la gran final del próximo sábado, 17 de mayo. Austria, Lituania, Armenia, Montenegro, Grecia, Irlanda, Australia, Letonia, Chequia, Israel, Malta, Finlandia, Dinamarca, Luxemburgo, Georgia y Serbia entregaron todo en el escenario, pero solo 10 de ellos lograron avanzar al último tramo del evento musical más esperado del año.
Siguiendo la tradición, la revelación de los finalistas se hizo de manera emocionante, presentando a los países en un formato de pantalla partida de tres, donde solo uno era elegido como finalista en ese momento. Esta técnica, utilizada también en las rondas clasificatorias, ha demostrado ser un éxito en mantener en vilo tanto a los participantes como a la audiencia hasta el último segundo.
Lituania tuvo la distinción de ser el primer país anunciado como finalista, seguido de Israel, cuya clasificación vino después de superar desafíos particulares, incluyendo abucheos y altercados durante su ensayo previo al show. La representante de Dinamarca no pudo contener las lágrimas al ser seleccionada, reflejo del intenso drama y la carga emocional que lleva participar en este evento.
Entre los claros favoritos que aseguraron su lugar en la final, se encontraban Austria, Finlandia y Malta, demostrando que las casas de apuestas y los pronósticos previos a menudo aciertan en sus previsiones. Luxemburgo y Letonia también lograron pasar, sumando a la lista de contendientes que prometen una competencia feroz para el esperado desenlace. Grecia cerró el grupo de clasificados, causando gran emoción entre sus seguidores y reafirmando el carácter impredecible de este festival.
Sin embargo, la noche también tuvo su parte de sorpresas y desilusiones. Australia, que había logrado una modesta posición en las casas de apuestas con su tema «Milkshake Man» interpretado por Go-Jo, no logró clasificar, marcando su tercera ausencia en una final desde su incorporación al concurso en 2016. Este resultado plantea interrogantes sobre la selección y estrategias futuras del país oceánico en la competencia.
A medida que Eurovisión 2025 se acerca a su clímax, la expectativa crece no solo entre los países finalistas, sino también entre los millones de espectadores que siguen el festival en todo el mundo. La final promete ser un espectáculo de talento, diversidad y arte, consolidando una vez más a Eurovisión como uno de los eventos musicales más inclusivos y emocionantes del panorama internacional.