Mejorando el manejo de la patología prostática, los profesionales de Urología y de Atención Primaria en Toledo dan un paso adelante.

Profesionales de Urología y de Atención Primaria de Toledo mejoran el manejo de la patología prostática

El Servicio de Urología del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, adscrito al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ha llevado a cabo un curso teórico y práctico sobre patología prostática dirigido a profesionales de Atención Primaria del Área Sanitaria de Toledo. El objetivo de este curso ha sido mejorar el manejo de los pacientes con esta enfermedad.

El doctor Ignacio Gómez, jefe de servicio de Urología, ha explicado que en este curso participaron como docentes tanto los médicos como los profesionales de enfermería de este servicio del Hospital de Toledo. Los profesionales de Atención Primaria recibieron formación tanto teórica como práctica a través de clases y ejercicios de entrenamiento y simulación.

En las sesiones teóricas se trató la patología prostática, los criterios de derivación y los nuevos tratamientos orales para el cáncer de próstata avanzado, según ha informado la Junta en una nota de prensa.

El doctor Gómez ha destacado la importancia de la coordinación entre los profesionales de Atención Primaria y el servicio de Urología a través de cursos, ya que esto se traduce en una mejora en la atención a los pacientes. La patología prostática es una enfermedad muy prevalente y uno de los principales motivos de consulta en esta especialidad.

La hiperplasia benigna de próstata es un crecimiento de la glándula prostática que afecta aproximadamente al 50% de los hombres de 50 a 60 años y hasta al 90% de los hombres de 70 a 80 años o más.

A medida que la glándula crece, puede obstruir o detener el flujo de orina desde la vejiga y causar síntomas de obstrucción, como la necesidad frecuente de orinar, sensación de vaciado incompleto, micción frecuente durante la noche y urgencia urinaria. También puede afectar la función sexual y afectar considerablemente la calidad de vida.

Cuando aparecen estos síntomas, es necesario acudir a un urólogo, ya que es el especialista clave para tratar esta enfermedad y determinar las pautas de tratamiento.

El tratamiento habitual suele ser la medicación vía oral, y se recurre a la cirugía cuando no hay mejoría de los síntomas o cuando se presentan complicaciones. En los últimos años, se han introducido técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, que reducen la estancia hospitalaria, el riesgo de transfusión y los efectos secundarios en la continencia urinaria y la función sexual.

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