La industria cinematográfica está al borde de presenciar un acontecimiento notable: la película «Megalópolis», dirigida por Ford Coppola, será presentada en el prestigioso Festival de Cannes el próximo 17 de mayo de 2024. Esta noticia surge en medio de un clima de incertidumbre acerca del futuro de la cinta, ya que aún no ha encontrado un estudio que se encargue de su distribución, a pesar de haber realizado proyecciones de prueba desde marzo con dicho propósito.
La reticencia de los estudios de cine frente a «Megalópolis» se atribuye principalmente al temor de que la película resulte ser un fracaso financiero. Esta preocupación es compartida por el propio Coppola, quien ha invertido una suma considerable de 100 millones de dólares de su patrimonio personal en el proyecto.
El director ha descrito a «Megalópolis» como una obra de gran complejidad, casi imposible de explicar, ambientada en una realidad alternativa donde Nueva York ha sido rebautizada como Nueva Roma. La trama se centra en cómo la ambición de algunos políticos puede llevar a la ruina de la sociedad en su conjunto. Este contenido y su posible recepción crítica y de audiencia generan interrogantes sobre la viabilidad comercial del film.
La situación para Coppola se ve agravada por el hecho de que grandes empresas del sector, como Warner, Universal y Netflix, ya han rechazado los derechos de distribución de la película, a pesar de contar con la participación de actores reconocidos como Adam Driver y Giancarlo Esposito.
Curiosamente, no es la primera vez que Coppola enfrenta desafíos de esta naturaleza en su carrera. Su película «Apocalypse Now» también tuvo dificultades para encontrar distribuidores, situación que terminó resolviendo al adquirir él mismo los derechos. Este escenario refleja una tendencia más amplia en Hollywood, donde incluso directores de renombre como John Waters y David Lynch han encontrado obstáculos para financiar sus proyectos. Este fenómeno pone de manifiesto la crisis por la que atraviesa la industria cinematográfica, la cual se ha vuelto cada vez más selectiva sobre los proyectos que considera tendrán éxito comercial.
