Cerca de medio pillar de personas de Quintanar del Rey (Cuenca) han arropado a la toda la familia de Iris y Lara en el último adiós a las pequeñas que, presuntamente, fueron asesinadas este jueves a manos de su madre, Paola, una Guardia Civil que estaba destinada en el puesto de la localidad.
Con la conmoción reflejada en el rostro de sus vecinos, en torno a 200 personas se han congregado a las puertas de la iglesia de San Marcos Evangelista antes de las 11.00 horas. Pasados unos minutos llegaban hasta la plaza Mayor la pompa fúnebre con tres vehículos.
Uno de ellos ha portado en torno a una veintena de coronas y centros florales, tanto de familiares, de la Guardia Civil como de allegados. Tras estas, llegaban a pie en torno a 300 personas, quienes han arropado a la familia desde el tanatorio hasta la parroquia.
Ya en la plaza Mayor de Quintanar, un extremo silencio ha imperado en todo el espacio, a pesar de la turba presente, y tan solo roto por los sollozos de quien lamentaba este trágico suceso mientras los dos féretros eran introducidos a hombros del padre y familiares hasta dentro de la iglesia.
Familiares, amigos, vecinos, guardias civiles; todos ellos expresaban su dolor y tristeza, lo que se ha unido al pesar institucional por parte del alcalde de la localidad, Martín Cebrián o el parlamentario en el Congreso de los Diputados, Luis Carlos Sahuquillo. También ha estado presente el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, Fernando Montes.
Dentro del templo se ha oficiado la misa, en una iglesia abarrotada donde no ha podido entrar toda la gente que se había desplazado hasta la plaza mayor para dar el último adiós a Iris y Lara, que han seguido la misma desde el exterior.
Entre escenas de dolor y otro sepulcral silencio, los dos féretros han vuelto a salir a la plaza Mayor y han sido depositados en los coches fúnebres, para dirigirse hasta el cementerio de la localidad. Cerca de 500 personas han acompañado a pie a la pompa fúnebre que se ha dirigido hasta el camposanto quintanareño.
LOS HECHOS
Fue este jueves a primera hora de la mañana cuando un compañero agente de la Guardia Civil en Quintanar del Rey descubrió los cuerpos sin vida de Iris, Lara y su madre Paola en una de las viviendas que hay dentro del acuartelamiento.
Extrañado porque la mujer no hubiera entrado en su turno de trabajo a primera hora de la mañana, decidió entrar en su apartamento. Allí se encontró a las dos niñas y a su compañera sin vida.
Rápidamente avisaron a los servicios de emergencias, pero cuando llegaron tan solo pudieron certificar el fallecimiento de las tres.
Según las primeras investigaciones, Paola presuntamente, disparó a las dos menores de 9 y 11 años para después quitarse la vida ella misma.
Natural de Algeciras (Cádiz), Paola llevaba en el cuartel de Quintanar del Rey desde el año 2009. En la localidad conoció a Santiago, con el que se casó y tuvo a Iris y Lara. Según explicaban vecinos de la localidad este jueves, Paola había sido vista recientemente por el pueblo y en el supermercado, «y todo aparentaba normalidad». «Esto no se lo esperaba nadie», afirmaban los vecinos consternados en declaraciones a Europa Press.
Con motivo de este trágico episodio el Ayuntamiento de Quintanar del Rey convocó el jueves un pleno extraordinario a las 11.45 horas para decretar tres días de luto oficial, con banderas a media hasta y crespón negro.
A las 12.30 tuvo lugar en la plaza Mayor un minuto de silencio, al que acudieron más de un centenar de vecinos que se unieron las instituciones para homenajear a las víctimas.
Mismos homenajes se sucedieron este viernes en el colegio donde Iris y Lara estudiaban, donde los alumnos del centro han lanzado globos al aire para recordar a sus dos compañeras.
La investigación está ahora a cargo de la Policía Judicial de la Comandancia de Cuenca y bajo secreto de sumario.