Medina Informa: Diputación de Ciudad Real Busca Unirse a la Iniciativa «Mesa de la Trata 0»

Medina Informa: Diputación de Ciudad Real Busca Unirse a la Iniciativa "Mesa de la Trata 0"

El Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños ha sido conmemorado esta mañana en Ciudad Real mediante la lectura de un manifiesto en las escaleras de la Subdelegación del Gobierno. Este evento, acordado en una reunión de la «Mesa de Trata 0», contó con la presencia de representantes de múltiples administraciones, incluida la Diputación provincial. La portavoz del Equipo de Gobierno, Rocío Zarco, la vicepresidenta sexta, Encarnación Medina, y las diputadas provinciales Maribel Mansilla, Noelia Serrano y Begoña Martín hicieron acto de presencia, subrayando el firme compromiso de la institución provincial con la lucha contra esta forma de esclavitud.

Durante su intervención, Encarnación Medina anunció que la Diputación de Ciudad Real ha solicitado adherirse a la «Mesa de la Trata 0», reafirmando así el compromiso de la institución provincial en erradicar esta lacra. Medina resaltó la importancia de trabajar con justicia y respeto para construir un mundo en el que la compraventa de personas con fines sexuales jamás sea permitida.

El manifiesto consensuado destaca la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niños como una de las violaciones más brutales de los derechos humanos, un atentado directo contra la dignidad de la humanidad. El texto denuncia la trata de personas como un reflejo de la desigualdad más extrema y una falta de justicia dolorosa hacia los más vulnerables, haciendo un llamado a la sociedad a no permanecer en silencio frente a esta barbarie.

El documento denuncia que la explotación de seres humanos, especialmente con fines sexuales, es una herida abierta en la sociedad actual, que mercantiliza la sexualidad de mujeres y niñas, despojándolas de su humanidad y atrapándolas en ciclos de violencia y humillación. Resalta además que la explotación sexual es la forma de trata más extendida en Europa y España, y que lejos de ser un problema lejano, es una tragedia cotidiana que sigue ocurriendo en nuestras ciudades y comunidades. Por ello, se hace un llamado urgente a reconocer esta atrocidad y actuar para erradicarla.

El manifiesto subraya la responsabilidad colectiva de acabar con la cosificación de mujeres y niñas y combatir la demanda que perpetúa esta explotación. Insiste en la necesidad de luchar contra las estructuras sociales y económicas que perpetúan esta realidad. Hace hincapié en la importancia de la cooperación global entre policías, jueces y organizaciones de la sociedad civil para frenar las redes internacionales de trata, advirtiendo que solo con una coordinación efectiva entre asociaciones, administraciones y fuerzas de seguridad se podrá combatir eficazmente a quienes esclavizan a las víctimas.

Asimismo, el texto pone un especial énfasis en los niños como víctimas invisibles de esta lacra. Señala que la explotación sexual infantil no solo es una de las formas más atroces de violencia, sino una traición a la humanidad, privando a los menores de su derecho a ser libres y a crecer sin miedo. Enfatiza que la sociedad no puede permitir que sus vidas se arruinen mientras se mira hacia otro lado.

Entre las peticiones del manifiesto se incluyen: la lucha contra la impunidad de los perpetradores de estos crímenes, exigiendo justicia y un enjuiciamiento efectivo; la protección integral de las víctimas, proporcionando acceso a educación, atención médica y apoyo psicológico necesario para reconstruir sus vidas; la educación y sensibilización de la sociedad para prevenir la trata; y la necesidad de una respuesta conjunta y coordinada entre gobiernos, organizaciones y sociedad civil para desmantelar las redes de explotación.

El manifiesto concluye con una visión de un futuro libre de explotación y tráfico de personas, destacando la misión de construir un mundo donde ninguna persona, especialmente mujeres, niños, viva con miedo a ser vendida o maltratada. Se hace un llamamiento a la humanidad y a los valores de compasión, justicia y respeto, recordando que lograr este objetivo exige el coraje, la determinación y la unión de todos. Mientras una sola persona siga siendo explotada, la tarea no estará completa.

Fuente: Diputación de Ciudad Real

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