Más de una treintena de personas disfrutaron de la jornada en Los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos, paraje que el Ayuntamiento quiere conservar y dar más valor

Fueron más de 30 personas, procedentes de diferentes puntos de la provincia junto a vecinos de Villarrubia de los Ojos, tuvieron la oportunidad de conocer recientemente uno de los ecosistemas representativos de los albardinales (zonas de esparto) manchegos, ubicado en el paraje de Los Ojuelos, de su término municipal, en la jornada que organizó el Ayuntamiento.

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El acalde de Villarrubia de los Ojos, Miguel Ángel Famoso Fino, que participó en la jornada junto al resto de asistentes, incidió en la voluntad del Ayuntamiento en conservar y poner en valor este singular espacio, haciendo extensiva a todos los asistentes la importancia de valorizar nuestro patrimonio, de darlo a conocer y de conservarlo.

Se denomina de esta forma el paraje por la existencia de pequeños manantiales de agua subterránea, similares a los caracterizados por suelos con alto contenido de sales, considerados improductivos, que albergan una importante comunidad de especies vegetales únicas en la península, que los engloban en algunas de las hábitats protegidas por la Directiva de Hábitats de la Unión Europea, con la denominación de las Estepas salinas mediterráneas, consideradas como hábitats prioritarias.

Lugar de asentamiento de antiguas culturas, por su proximidad a un recurso imprescindible como es el agua, próximos al Parque Nacional de las Tablas. Los Ojuelos fueron el lugar de extracción de yeso durante las primeras décadas del siglo pasado, construyendo un recurso económico local significativo para la época. De lo que, antiguas catas sobre el terreno destinadas a la extracción, dan testimonio de ello.

Abandonados en la actualidad, bajo la amenaza de desaparición, Los Ojuelos son objeto de un proyecto de recuperación promovido por el Ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos, que pretende contribuir a la conservación y recuperación de la zona y de las importantes comunidades vegetales que alberga, además de divulgar la biodiversidad y su patrimonio cultural.

De la mano del botánico y geógrafo Enrique Luengo; del hidrogeólogo Silvino Castaño y del naturalista y etnógrafo local Conce Sepúlveda, los asistentes recorrieron el paraje conociendo y profundizado en cada uno de estos aspectos. A lo largo de la jornada y gracias a estos tres expertos, bien conocedores del lugar, Los Ojuelos de Villarrubia de Los Ojos, dejaron de ser un terreno “baldío” e “inhóspito” convirtiéndose en auténticos protagonistas de la importancia que tiene la preservación de nuestra biodiversidad.

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Especies vegetales como el albardín o esparto basto, Lygeum spartum del que Conce Sepúlveda dijo cree proviene la palabra albarda, y con la que se denomina al aparejo con el que se protege a las caballerías de la carga. La espadilla o palmita, Imperata cylindrica, utilizada para hacer sombreros, el protegido lepides cardamides, endémico del centro peninsular, los primeros nazarenos, Muscari neglectum, cuyos tallos pegajosos usaban los niños como pegamento, según contaba el propio Conce.

Los limonios, de los que Enrique Luengo identifica tres especies distintas en Los Ojuelos, fueron algunas de las especies vegetales más significativas que se pudieron ver y conocer durante la jornada, al igual que la disputa de dos machos de ratonero por una hembra, con sus primeros vuelos nupciales sobre encinas próximas.

Después de un almuerzo campero a base de vino de la tierra y migas manchegas, los asistentes participaron de la colocación de cajas nido destinadas a rapaces nocturnas, como el autillo, búho chico, y mochuelo, o abubillas y carracas, al objeto de favorecer la nidificación de estas especies en la zona.

Miguel Ángel Famoso despidió a los asistentes agradeciendo su participación y anunciándoles que este tipo de actividades divulgativas en torno a Los Ojuelos de Villarrubia se continuarán realizando de cara a la primavera, aprovechando la corta floración de estas singulares plantas adaptadas a condiciones extremas del suelo de Los Ojuelos.

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