Más de un millón de euros obtenidos de forma fraudulenta y más de 200 víctimas llevan a la detención de trece personas

Trece detenidos por obtener más de un millón de euros con créditos fraudulentos y dejar más de 200 víctimas

En la operación ‘Ponos’, llevada a cabo por la Guardia Civil, se han detenido a 13 personas acusadas de participar en 629 delitos y afectar a, al menos, 209 víctimas. Los delitos estaban relacionados con la suplantación de identidad, en los que falsificaban documentos personales, como nóminas, para obtener créditos y adquirir bienes que posteriormente vendían. A los detenidos se les acusa de delitos tales como estafa, falsedad documental, usurpación de identidad, revelación de secretos, apropiación indebida, tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.

La investigación se llevó a cabo debido a un gran número de denuncias por estafa en las que los autores usaban un modus operandi parecido. Suplantaban la identidad de las víctimas tras obtener una fotografía de sus DNIs y compraban productos por internet que financiaban a nombre de las víctimas. Después, revendían los productos en aplicaciones y páginas de compraventa de artículos de segunda mano.

Se han realizado siete registros en domicilios y uno en un establecimiento en varias localidades de Valencia. Los agentes movilizaron a cerca de un centenar de efectivos y se incautaron diversos documentos relacionados con los delitos investigados y bienes adquiridos con los créditos que todavía no habían sido vendidos. También se encontraron 10 kilogramos de marihuana, varias dosis de cocaína y básculas de precisión.

La organización tenía células operativas regionales en distintas partes del país, en ciudades como Huelva, Valencia, Tarragona y Barcelona. Estos grupos infiltraron a su personal en puestos de trabajo estratégicos para obtener la documentación necesaria de sus víctimas. Los máximos responsables de cada célula coordinaban los delitos para dificultar el trabajo policial. Cambiaban de vivienda constantemente, enviaban dinero al extranjero y usaban más de 700 líneas telefónicas distintas para comunicarse.

Uno de los máximos responsables de la organización tenía 23 requisitorias judiciales de diversos juzgados de España. Otro de ellos falsificaba recetas médicas para obtener medicamentos sujetos a prescripción médica y trató de escapar, ocultándose en un centro social ocupado ilegalmente. Finalmente, fue detenido mientras se encontraba en un vehículo que había sido robado en 2022 y que se recuperó durante la operación.

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