Alcázar de San Juan, Ciudad Real, fue el escenario de un importante simulacro el 14 de noviembre de 2024, donde más de 70 efectivos se unieron para poner a prueba el Plan de Emergencia Exterior de Manchasol (PEE Manchasol). Esta iniciativa, que involucra al Gobierno de Castilla-La Mancha, al Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y la planta termosolar Manchasol, tiene como objetivo garantizar la seguridad en caso de emergencias.
El simulacro simuló la rotura parcial del codo de salida del lazo de campo solar AB-39-40, lo que provocó un incendio de grandes proporciones y la dispersión de una nube tóxica. A esta situación se sumó la dificultad de cerrar la válvula de corte necesaria para aislar el lazo del colector, complicando aún más la emergencia. El ejercicio comenzó con la comunicación de un supuesto accidente al Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2, que activó el PEE Manchasol en fase de alerta.
Participaron en el simulacro altos representantes locales, como la concejal de Policía Local y Protección Civil de Alcázar de San Juan, María de los Desamparados Bremad Atalaya, y el presidente del Consorcio del Servicio contra Incendios y Salvamento de Ciudad Real, Julián Triguero Calle. También estuvieron presentes técnicos del Ayuntamiento y del Servicio de Protección Civil de la Dirección General de Protección Ciudadana.
La narrativa del simulacro se centró en un escape de aceite térmico sintético, que generó un charco inflamable y causó una nube tóxica debido a la combustión. Una vez que se reportó el accidente, la empresa Manchasol en comunicación con el Servicio de Emergencias, indicó que había un trabajador herido, lo que condujo al despliegue de todos los recursos necesarios para manejar la situación.
Este ejercicio es fundamental para verificar la eficacia de los protocolos de emergencia y asegurar que todos los operativos estén listos para actuar en situaciones críticas, protegiendo así a los residentes cercanos a la planta termosolar. El PEE Manchasol busca prevenir y mitigar las consecuencias de potenciales accidentes graves en sus instalaciones.
Los participantes incluyeron el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil, la Policía Local, los Bomberos de Alcázar de San Juan, el SESCAM, el Servicio de Protección Ciudadana, así como voluntarios de Protección Civil y trabajadores de la planta, todos ellos con el objetivo de coordinar la respuesta ante emergencias y asegurar el bienestar de la comunidad.