Más de 6.000 t de aceite industrial usado recogidas en Castilla-La Mancha se transforman en nuevos lubricantes

El aceite industrial es un producto ampliamente utilizado en diversos ámbitos de nuestra sociedad debido a su versatilidad. Además de su aplicación en los motores de vehículos, se emplea en una gran variedad de procesos industriales y en otras actividades donde se utilizan engranajes y maquinaria de cualquier tipo: desde el pequeño generador de energía de un hotel hasta un aerogenerador en la cima de una colina. Debido a esta diversidad de usos, se generan aceites usados en todos los rincones del territorio.

En 2022, más de 4.500 establecimientos castellanomanchegos de todo tipo generaron 7.956 toneladas brutas de aceites industriales usados (una cantidad que incluye un 24% de impropios, como agua o sedimentos). Más de la mitad de estos establecimientos (2.334) fueron talleres mecánicos (establecimientos multimarca, multiservicios, concesionarios, mecánica rápida, etc.), constituyendo la actividad de mayor generación de este residuo peligroso: el 45% del volumen total recuperado en esta comunidad por SIGAUS, el sistema encargado de gestionar este residuo peligroso en toda España.

El resto del residuo se recogió en sectores muy heterogéneos, como la industria, la agricultura, el comercio, la hostelería, el transporte o la construcción, y puntos de generación muy diversos, como hospitales, instalaciones militares, campos de golf, centros educativos o puntos limpios, entre otros, que sumaron un total de 2.204 establecimientos (el 49% del total).

Protección ambiental en zonas vulnerables

El consumo de lubricantes en actividades económicas tan diversas conlleva que los aceites usados resultantes se generen de manera muy fragmentada y dispersa en el territorio, lo que requiere de una operativa compleja y costosa. Durante el pasado año, a través de la red de gestores que recogen aceites usados, se llevaron a cabo  10.137 recogidas en los 515 municipios castellanomanchegos en los que se generó este residuo.

Un gran número de recogidas tuvieron lugar en áreas rurales, donde se ubican el 39% (2.472) de los establecimientos atendidos por SIGAUS. En ellos se recuperaron 3.125 toneladas de aceites industriales usados. La recuperación del residuo en este entorno es especialmente importante, ya que la mayoría de zonas vulnerables desde el punto de vista medioambiental (como espacios naturales protegidos, ríos o humedales) se encuentran en el medio rural.

Castilla-La Mancha se caracteriza por una gran riqueza natural. En 2022 SIGAUS recogió 628 toneladas de aceites usados en las inmediaciones de 19 espacios protegidos (Parques y Reservas Naturales, Reservas de la Biosfera y Zonas Ramsar). Sólo en los alrededores de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda se recogieron 414 toneladas de aceites usados en 376 establecimientos.

Por otro lado, en el entorno de recursos hídricos —como ríos, lagos o embalses— y de zonas sensibles a la eutrofización de Castilla-La Mancha, se recogieron 74 toneladas de aceites usados generados en 53 establecimientos ubicados a menos de 250 metros. La recuperación del residuo en estas áreas es vital, ya que un vertido de aceite industrial usado en el agua puede perdurar durante 15 o 20 años, impidiendo su oxigenación y dañando gravemente los ecosistemas existentes en estos entornos acuáticos.

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