El consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transición Digital, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha presentado un desglose de las impactantes cifras que dejó el paso de la DANA por las provincias de Albacete y Cuenca, especialmente en las localidades de Letur y Mira. Durante su comparecencia en las Cortes de Castilla-La Mancha, Ruiz Molina lamentó la trágica pérdida de siete vidas humanas a causa de este fenómeno meteorológico y detalló que se recibieron 50.846 llamadas al 112, se atendieron 346 incidencias y 146 municipios se vieron afectados por la tormenta.
El consejero destacó la efectividad de las acciones de emergencia, que lograron rescatar a 68 personas en situaciones críticas, de las cuales 14 fueron auxiliadas por agentes de la Guardia Civil. Para hacer frente a la emergencia, se movilizaron diversos recursos, incluyendo helicópteros, drones, ambulancias, camiones de desescombro, vehículos de bomberos y retroexcavadoras, todo lo necesario para garantizar la seguridad de la población.
Ruiz Molina explicó que la respuesta del Gobierno regional fue coordinada y comenzó de manera preventiva, tan pronto como se tuvo conocimiento del avance de la DANA hacia la región. El 28 de octubre, a las 13.02 horas, la AEMET alertó sobre la posibilidad de grandes tormentas en Albacete. En consecuencia, se envió un «envío masivo» de alertas por mensajes y correos electrónicos a los grupos de emergencias y municipios, junto con actualizaciones en las redes sociales.
A las 21.48 del mismo día, se recibió un nuevo aviso de nivel naranja para la zona sur de Cuenca, lo que llevó a activar el plan METEOCAM en fase de alerta a las 23.00 horas, abarcando toda la región. La situación se tornó crítica el 29 de octubre a las 18.30 horas, cuando se confirmó la desaparición de seis personas en Letur, a consecuencia de la devastadora inundación en la calle Cuesta de las Moreras.
La Dirección General de Protección Ciudadana había elevado el METEOCAM a nivel 1 antes de este evento, lo que facilitó la movilización coordinada de todos los recursos necesarios. A partir de ahí, se constituyó un Comité Asesor para supervisar la asistencia y tomar decisiones a medida que se desataban los efectos de la DANA, además de reforzar el personal de atención en el 112.
En las horas posteriores, el 30 de octubre, se comenzaron a recibir alertas de complicaciones en Mira, momento en el cual se solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias. La situación llevó a elevar el nivel de emergencia a 2, lo que permitió la activación del cuerpo militar, mientras se movilizaba un puesto de mando móvil hacia la localidad afectada. Sin embargo, la solicitud de apoyo a un cuerpo de bomberos de Valencia no pudo ser atendida debido a las emergencias que enfrentaban en su propia provincia.