Más de 18.000 alumnos del primer año de los ciclos de Formación Profesional en Castilla-La Mancha tienen la oportunidad de iniciar sus prácticas en empresas a partir de enero de 2025, gracias a la reciente implementación de la Ley Orgánica de ordenación e integración de Formación Profesional en la comunidad. Esta normativa permite que los estudiantes comiencen su periodo formativo en el entorno laboral desde su primer año de formación, facilitando su incorporación al mercado laboral, algo que anteriormente solo era posible en el segundo año.
José Rodrigo Cerrillo, director general de Formación Profesional en Castilla-La Mancha, destacó que esta ley también incluye la Formación Profesional Dual, lo que representa un avance significativo en la normalización del proceso formativo. Añadió que esta medida se alinea con un convenio entre las consejerías de Educación y Sanidad, que busca optimizar la formación de los estudiantes en el ámbito sanitario.
El convenio, que ya está en vigor, permite que los centros sanitarios y educativos colaboren para mejorar la formación de los alumnos de Formación Profesional en el sistema de salud público de la región. De acuerdo con este acuerdo, se movilizan doce ciclos de la rama sanitaria, que incluyen tanto grados medios como superiores, y se coordinan con ocho hospitales y cinco delegaciones provinciales de sanidad para ofrecer espacios de prácticas a los estudiantes.
Cerrillo señaló que este nuevo enfoque reduce la burocracia asociada a la firma de convenios entre centros educativos y sanitarios, que anteriormente superaba el centenar de acuerdos individuales. Ahora, una sola firma permite simplificar este proceso, lo que beneficia tanto a los alumnos como a los docentes. El directivo subrayó la importancia de la formación práctica en la mejora de la calidad educativa, mencionando la cesión de material por parte de las gerencias sanitarias, como camas articuladas y equipos que se consideran necesarios para la formación adecuada de los estudiantes.
La nueva ley no solo abre la puerta a la práctica temprana en empresas, sino que también garantiza que esta experiencia cuente para la nota media del ciclo formativo a través de una coevaluación entre los centros educativos y las empresas, reforzando así la conexión entre la teoría y la práctica. Además, se introduce un nuevo rol de tutor de Formación Profesional Dual, que contará con más horas dedicadas a la tutorización de los estudiantes.
Castilla-La Mancha tiene en la actualidad unas 130.000 empresas, de las cuales solamente 6.000 colaboran en la formación de estudiantes de FP, lo que representa menos del 10%. Esto indica un amplio margen de mejora para fomentar más incorporaciones a las prácticas. Con 43.000 alumnos en Formación Profesional, la comunidad se posiciona como la líder en enseñanzas posobligatorias, superando incluso a la educación universitaria.
En el ámbito de la formación real, algunos centros, como el Centro Integrado de Formación Profesional Número Uno en Toledo, destacan por su alta tasa de empleabilidad. Profesores de este centro han confirmado la satisfacción de los alumnos al finalizar su formación y el éxito en su inserción laboral. Los materiales utilizados en los ciclos son adaptados a las necesidades actuales del sector sanitario, lo que resulta fundamental para que los alumnos desarrollen sus funciones profesionales correctamente y se conviertan en profesionales competentes y preparados para enfrentar los desafíos del mercado laboral.