En un recrudecimiento de la violencia que azota el Medio Oriente, el Ejército de Israel ha intensificado sus acciones militares en un amplio frente que abarca desde Siria y Líbano hasta Cisjordania y la Franja de Gaza, con un saldo devastador de más de 160 muertos en tan solo las últimas 24 horas. Esta ola de ataques ha sido descrita como una escalada sin precedentes, extendiéndose por toda la región y exacerbando la ya de por sí tensa situación.
En la Franja de Gaza, los bombardeos se han convertido en un evento diario, provocando una situación crítica que ha llamado la atención de organizaciones internacionales como Human Rights Watch, las cuales denuncian una continua vulneración de los derechos humanos y una grave falta de acceso a servicios básicos. La violencia en este enclave palestino alcanzó un pico letal este miércoles, con un bombardeo sobre un barrio residencial cercano al Hospital Kamal Adwan, en Beit Lahia, que dejó un horrendo saldo de 88 muertos, entre los cuales predominan mujeres y niños, además de decenas de heridos y desaparecidos.
Esta situación no se limita a Gaza. En Cisjordania, específicamente en la localidad de Kafr Dan, cerca de Yenín, el Ejército israelí lanzó una operación militar denominada «antiterrorista», que hasta el momento ha resultado en la muerte de ocho personas en la gobernación. Este panorama se refleja también en Siria, donde un ataque aéreo contra la ciudad de Palmira elevó la tragedia con un saldo de 61 muertos y más de 50 heridos, superando las cifras iniciales ofrecidas por el gobierno sirio.
Líbano no ha sido ajeno a esta espiral de violencia, con un incremento de tensiones debido a ataques contra objetivos de Hezbolá, el partido-milicia chií. Un «número infinito» de ataques aéreos israelíes sobre el distrito de Tiro, en el sur de Líbano, dejó un saldo de al menos nueve muertos y 65 heridos solo este miércoles, sumándose a las víctimas de agresiones previas que ya habían dejado once muertos y 48 heridos. Según informes del Ministerio de Salud Pública de Líbano, la guerra contra Hezbolá ha causado la muerte de 3.558 personas y ha herido a otras 15.123 en poco más de un año.
Este aumento en la intensidad de los ataques del Ejército israelí señala una escalada dramática en el conflicto de larga data de la región, dejando a su paso una estela de destrucción y sufrimiento humano. Mientras la comunidad internacional observa con preocupación, los llamados a un cese a la violencia y al respeto a los derechos humanos se multiplican, en una región que parece estar cada vez más lejos de la paz.