Marta Rovira, la secretaria general de Esquerra Republicana (ERC), ha vuelto a Cataluña este viernes tras un exilio de más de seis años en Suiza, cumpliendo con ello uno de sus mayores deseos. La celebración de bienvenida, realizada en Cantallops cerca de la frontera francesa, fue acompañada por una merienda de chocolate con melindros, tal y como había solicitado Rovira. El acto, organizado conjuntamente por ERC y Òmnium Cultural, contó con la presencia de importantes figuras del movimiento independentista, tales como Oriol Junqueras, y representantes de otros partidos como Junts, la CUP y los comunes.
Rovira, emocionada, extendió su agradecimiento a todos los presentes y aprovechó para hacer un llamado a la unidad del independentismo, destacando la importancia de enfocarse en los logros obtenidos y en los objetivos aún pendientes. Especialmente, recalcó el apoyo recibido durante su estancia en Suiza, país que le brindó acogida desde marzo de 2018, eludiendo las acciones judiciales del Tribunal Supremo español. “La independencia de Cataluña va de democracia y derechos humanos”, afirmó, considerando su regreso como una «victoria absoluta».
El encuentro entre Marta Rovira y Oriol Junqueras simbolizó un momento de concordia y unidad dentro del partido, pese a las diferencias recientes. Este reencuentro se da en un contexto político particular, donde se establece un claro distanciamiento entre la celebración de este suceso y las negociaciones en curso para la investidura del próximo president de la Generalitat, en las cuales tanto el PSC como Junts están buscando activamente el apoyo de ERC.
La posibilidad de amnistía y el archivo del caso Tsunami Democràtic por defecto de forma han sido fundamentales para permitir este regreso. Además, Rovira anunció su pronta reincorporación a las actividades políticas dentro de Cataluña, esperando contribuir a pacificar las tensiones internas dentro de ERC y a proyectar un renovado impulso hacia los objetivos independentistas.
Este acontecimiento marca un punto significativo en la política catalana, simbolizando no solo el regreso de una figura prominente del independentismo sino también reabrindo el debate sobre el futuro político y las aspiraciones de Cataluña dentro del contexto español e internacional. Rovira finaliza su travesía de regreso en Cataluña con una agenda repleta de actividades políticas y encuentros, empezando por participar en la Asamblea de Mujeres del partido en Olesa de Montserrat, Barcelona. Este regreso se observa como un momento de reflexión y reagrupación para muchos dentro del movimiento independentista catalán.
