En un giro histórico para la industria turística de África, Marruecos ha capturado el título de la principal destinación turística del continente en 2024, atrayendo a unos impresionantes 17,4 millones de visitantes y superando a Egipto que, con 15,7 millones de visitas, había mantenido la corona durante años. Este empuje hacia el liderazgo refleja un incremento del 20% en la afluencia turística comparado al año anterior, posicionando a Túnez y Sudáfrica en tercer y cuarto lugar respectivamente, con 10,25 y 8,92 millones de visitas.
La anticipada conquista de Marruecos logra así adelantarse a los objetivos proyectados en su hoja de ruta hacia 2026, lo cual ha sido destacado por el Ministerio de Turismo del país en un comunicado reciente. Las autoridades no solo aspiran a mantener este liderato, sino que también se plantean ambiciosas metas para continuar elevando el número de visitantes anuales, apuntando hacia los 30 millones para 2030, año en que, en un atractivo giro de eventos, Marruecos coorganizará el Mundial junto con España y Portugal.
Con el turismo como un fuerte pilar económico que emplea al 7% de la población activa marroquí —aproximadamente 827.000 personas directamente, sin tomar en cuenta los cerca de dos millones de empleos indirectos generados por la industria—, esta actividad se erige como un contribuyente significativo con un 7,2% al PIB del país. Esta cifra se sitúa por debajo de la aportación turística al PIB español, que alcanza el 13%, aunque España lidera con un notable flujo de 94 millones de turistas en el mismo año.
Subyacente al éxito turístico de Marruecos está la ampliación de su oferta hotelera, atrayendo marcas de lujo como Nobu o Four Seasons, así como un aumento significativo en la conectividad aérea, destacando el papel de operadores como Ryanair y el lanzamiento de rutas directas por United Airlines desde Newark a Marrakech.
Sin embargo, este boom turístico se matiza con respecto a los ingresos generados por visitante, donde Egipto aún supera a Marruecos con 13.700 millones de euros en comparación a los 10.700 millones de Marruecos. Esto se atribuye a la modalidad de turismo que predomina en Marruecos, con estancias más cortas y frecuentes viajes europeos de fin de semana, frente a las estancias prolongadas que suelen caracterizar al turismo egipcio.
En cuanto a la composición de los visitantes, Marruecos cuenta tanto los turistas extranjeros como a los emigrantes marroquíes que vuelven de vacaciones, siendo estos últimos casi la mitad de los turistas registrados. La mayoría de los visitantes internacionales proceden de Europa, liderados por franceses, españoles y británicos; este último grupo experimentó el mayor crecimiento en 2024, con un aumento del 47%.
El país se esfuerza por diversificar su atractivo turístico y reducir su dependencia de los mercados europeos, con Marrakech y Agadir como las ciudades más visitadas pero promoviendo también otras regiones para mostrar la diversidad de Marruecos. Asimismo, el turismo interno ha visto un fuerte repunte, mostrando el creciente poder adquisitivo de la clase media marroquí pospandemia.
Marruecos, navegando a través de los desafíos y aprovechando sus ricos recursos culturales y naturales, se proyecta como un líder turístico en África, con miras a redefinir y expandir su oferta turística en la próxima década.