El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha expresado su descontento con la decisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de no reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En un acto celebrado en Brihuega, el ministro calificó esta medida como «una absoluta deslealtad institucional» y sugirió que Ayuso está más enfocada en los problemas «tan graves» que enfrenta en su entorno personal que en atender a las necesidades de los ciudadanos madrileños.
Grande-Marlaska lamentó que Díaz Ayuso sea la única presidenta autonómica que ha rechazado la invitación del presidente para dialogar y abordar las cuestiones que afectan a la comunidad. Afirmó que esta actitud no solo refleja una falta de lealtad hacia las instituciones, sino también hacia los ciudadanos, quienes se beneficiarían de una presidenta comprometida con sus asuntos.
En relación con el rechazo de Ayuso a asistir a la reunión, el ministro señaló que considera que «no se ha insultado a nadie» y consideró «un poco infantil» la justificación de la presidenta sobre la difamación. Subrayó que es fundamental que los representantes políticos cumplan con sus responsabilidades y que Ayuso debería priorizar el interés de los madrileños sobre posibles intereses personales.
Grande-Marlaska también comentaba sobre la polémica relacionada con la querella que Alberto González Amador, pareja de Díaz Ayuso, ha anunciado interponer contra Pedro Sánchez y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, por presuntas injurias. El ministro del Interior recordó que todos tienen derecho a ejercer acciones legales, pero cuestionó la lógica detrás de que quien ha reconocido la comisión de delitos fiscales pretenda convertirse en víctima, señalando que la sociedad es la que sufre las consecuencias de dichas acciones.
Con estas declaraciones, Grande-Marlaska reafirma la postura del Gobierno sobre la necesidad de diálogo y cooperación entre las diferentes instituciones y condena la falta de disposición al diálogo por parte de la presidenta madrileña, en un contexto de tensiones políticas en la región.
