En un mundo laboral en constante evolución, donde la velocidad y la productividad a menudo parecen ser las únicas métricas de valoración, se hace imprescindible replantear qué entendemos por talento y cómo lo reconocemos. En este contexto, Quinton, una compañía biotecnológica focalizada en especialidades naturales con agua marina, se presenta como un ejemplo de innovación no solo en sus productos, sino también en su cultura empresarial centrada en las personas.
Lo que distingue a Quinton no es solo su enfoque en la calidad de sus desarrollos o en su liderazgo en biotecnología, sino su compromiso firme con un modelo de contratación basado en el principio «las personas primero». Desde su filosofía, la diversidad y la transparencia no son meros valores enunciados, sino pilares que guían su día a día. La compañía apuesta por valorar los valores, capacidades y actitudes de sus empleados, independientemente de su edad, género o nacionalidad.
Este enfoque humanista se refleja en la experiencia concreta de su equipo. Un ejemplo claro es la incorporación de Mario, de 59 años, quien se desempeña como delegado comercial. Para muchas organizaciones, su llegada podría verse como una excepción o una rareza vinculada a criterios de experiencia o senioridad. Para Quinton, sin embargo, representa una coherencia con su filosofía: el valor de una persona no se mide por su edad, sino por su propósito, su actitud y cómo se relaciona con los demás. Cecilia Coll, responsable del Departamento de Personas con Valores, subraya esta idea: «La excelencia no se mide por la fecha de nacimiento, sino por la manera de estar en el mundo y con los demás. Se elige a las personas por lo que son».
El proceso de selección en Quinton es interno y transparente, enfocado en igualdad de oportunidades. En la reciente incorporación de Mario, se entrevistaron a 18 personas de diferentes nacionalidades, perfiles y trayectorias, demostrando que la diversidad enriquece y fortalece la cultura empresarial. La compañía valora especialmente principios como el compromiso, la honestidad, la transparencia y la cercanía, principios que se reflejan en la manera en que se relacionan y trabajan día a día.
Mario, en particular, destaca no solo por su capacidad comercial y experiencia, sino por su forma de relacionarse con confianza, cercanía y colaboración. En tiempos donde la empatía, la cooperación y la salud emocional son tan importantes como los resultados, su perfil encarna esa nueva forma de entender el talento como una sinergia de habilidades humanas y profesionales.
El compromiso de Quinton con la diversidad generacional y la inclusión no es solo un discurso, sino una realidad que ha sido reconocida en varias ocasiones. En 2025, fue galardonada como una de las Mejores Empresas para Trabajar en España y Europa por Great Place to Work®, consolidando su sello #MásTalentoSenior y su filosofía de que cada persona, sin importar su edad, aporta valor y perspectivas únicas.
En definitiva, Quinton demuestra que poner a las personas en el centro de la estrategia empresarial no solo genera un ambiente laboral enriquecedor y justo, sino que también impulsa la innovación, el aprendizaje continuo y el crecimiento colectivo. La historia de Mario es solo un ejemplo de cómo una organización puede crecer desde principios éticos sólidos, priorizando las capacidades humanas y construyendo un camino sostenible y diverso en el competitivo mundo biotecnológico. Porque, al final, el talento no tiene edad ni etiquetas; simplemente, necesita ser reconocido y valorado en su esencia más genuina.

















