María Patiño estalla contra Marta Riesco por insinuar tácticas desleales en el proceso judicial contra Antonio David Flores

En un giro sorprendente de los acontecimientos, la escena mediática se vio sacudida el pasado 7 de mayo de 2021, cuando Marta Riesco informó durante su aparición en «El programa de Ana Rosa» sobre la aparición de 500 carteles que tildaban a Antonio David Flores de «maltratador». En aquel instante, el público desconocía la relación sentimental entre Riesco y Flores, levantando suspicacias respecto a cómo la periodista había obtenido dicha exclusiva, un dato que ninguno de sus colegas logró desentrañar.

La trama tomó un nuevo rumbo cuando María Patiño, tras pronunciarse sobre la controversia en el programa «Socialité», fue objeto de una demanda por parte de Flores. El conflicto escaló cuando Riesco reveló en redes sociales que había sido contactada por los abogados de Patiño para presentarse como testigo en el juicio. El objetivo explícito de la defensa de Patiño parecía enfocarse en que Riesco admitiera su relación sentimental con Flores en el momento de la divulgación sobre los carteles, un dato que podría cambiar dramáticamente el enfoque del proceso judicial.

El asunto cobró mayor intensidad al descubrirse que los abogados de Patiño podrían estar intentando aprovechar la ruptura entre Riesco y Flores para inclinar la balanza a favor de la segunda, un movimiento que Riesco interpretó como una estrategia para forzarla a testificar contra Flores. Estas especulaciones fueron abordadas con fervor en el programa «Ni que fuéramos», donde Patiño confrontó a Riesco por sus «duras insinuaciones», calificándolas de “absolutamente mentira” y destacando la gravedad de insinuar que podrían estar manipulándola para cambiar su testimonio.

La disputa entre ambas comunicadoras alcanzó su punto álgido con Patiño tachando las acusaciones de Riesco de «asquerosas y de poca vergüenza», mientras que Riesco se defendía negando ser una mentirosa. Este enfrentamiento mediático, cargado de acusaciones cruzadas, dejó al descubierto no solo las complicaciones legales entre los involucrados sino también el lado más crudo y personal de las luchas de poder e influencia en el mundo del espectáculo y la comunicación.

Finalmente, Riesco optó por disculparse con Patiño por haber involucrado detalles de las comunicaciones con los abogados, cerrando un capítulo de este polémico asunto, aunque dejando abiertas numerosas preguntas sobre la ética, la responsabilidad en el periodismo y los laberintos legales que a menudo acompañan a los conflictos de interés personal y profesional en el mundo de la televisión.

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