El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, calificó la reunión sostenida en Florida con representantes de Ucrania como “productiva”, aunque subrayó que aún queda “mucho trabajo por delante” para lograr un acuerdo de paz entre Kiev y Moscú. Tras un encuentro de cuatro horas, Rubio expresó que se habían registrado avances, a la vez que reconoció la complejidad del asunto, al mencionar “numerosos factores en juego”. Este diálogo se enmarca en un contexto de tensiones continuas, donde es esencial considerar la posición de Rusia.
Para avanzar en el proceso, Rubio anunció que el enviado especial de Washington, Steve Witkoff, viajará la próxima semana a Moscú. Esta estrategia intenta abrir un canal de comunicación más sólido con la parte rusa, ya que los Estados Unidos han mantenido contactos para comprender mejor sus posiciones en este conflicto. La delegación ucraniana estuvo liderada por el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, Rustem Umérov, quien destacó que sus temas prioritarios incluyen proteger los intereses de Ucrania y asegurar un diálogo significativo.
A medida que las negociaciones se desarrollan, surge un sentido de moderado optimismo sobre la posibilidad de un pacto. Rubio enfatizó que el objetivo no es solo detener la guerra, sino también asegurar un futuro próspero para Ucrania. Las partes han estado discutiendo una nueva propuesta de 19 puntos, más favorable para Kiev, en contraste con la anterior que implicaba concesiones territoriales. Este momento decisivo se produce en medio de la búsqueda de una reunión entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el ex presidente Donald Trump, mientras el tiempo apremia y la presión por una solución pacífica se intensifica.
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