La localidad de Marchamalo en Guadalajara celebra su 25º aniversario como municipio independiente. Para conmemorar esta ocasión, han publicado un vídeo donde el alcalde, Rafa Esteban, destaca los logros alcanzados a lo largo de estos años. El alcalde ha enfatizado la construcción de un futuro prometedor, la creación de nuevas empresas y fuentes de empleo, así como el desarrollo de tradiciones culturales que hacen de Marchamalo un referente en servicios dentro de Castilla-La Mancha.
En un mensaje emotivo transmitido a través del vídeo, Esteban ha dicho: «Hemos crecido juntos y juntos queremos seguir haciendo un Marchamalo mejor. Nuestro pueblo, el espacio más bonito y con mejores servicios para vivir de todo el mundo. 25 años no son nada. Felicidades.»
Este hito se engrandece con el relato de Juan Enrique Ablanque, cronista oficial de la localidad, quien rememora el camino hacia la independencia. Describe vivamente cómo la Nochevieja de 1998 marcó un antes y un después para los habitantes de la región con la firma del convenio de desanexión. Este evento significó el retorno a la autonomía municipal después de 26 años vinculados a Guadalajara, culminando con celebraciones que se extendieron hasta la madrugada del 1 de enero de 1999.
La historia de la desanexión, marcada por una polémica que data incluso antes del fin de la dictadura franquista, parte de un proceso de agrupamiento de municipios decretado por el Consejo de Ministros. Este acto administrativo había eliminado 350 años de autogobierno en Marchamalo.
Tras la implantación de la democracia, el PSOE asumió la alcaldía de Guadalajara, y un militante del partido se convirtió en alcalde pedáneo de Marchamalo. Fernando Olalla, quien más tarde jugaría un papel crucial en el proceso de independencia de la localidad, defendió los intereses de su pueblo en medio de un clima político tenso.
La lucha por la autonomía no fue fácil, enfrentando reticencias por parte de la población concerniente a la pérdida o la reducción de servicios públicos. Sin embargo, el resultado de un referéndum con una participación ligeramente por encima del 55% dejó claro el deseo de independencia, con un 82,5% votando a favor.
La negociación del convenio de segregación con Guadalajara, liderada por Juan Armando Monge, fue clave para asegurar que Marchamalo conservara la mayor parte de los servicios anteriormente gestionados y compartidos con Guadalajara. Este cuidadoso proceso resalta la importancia de poner en primer lugar las necesidades de los vecinos y demuestra lo que es posible lograr a través de colaboraciones constructivas y con la mirada puesta en el bien común.
