Organizado por la Asociación Cultural «Santiago Apóstol» a sus veintiún años Alonso demostró ser un grande de la música.
El guadalajareño con sangre quintanareña durante toda su vida se ha formado para ser lo que es hoy en día, un gran pianista.
Decía llevar escuchando el piano desde siempre ya que como anécdota contaba que cuando su madre estaba embarazará de él, se apuntó a clases de piano.
A los cuatro años se adentró en una academia y con seis se apuntó al Conservatorio aunque no fue hasta que cumplió los ocho cuando se empezó a formar en piano profesional hasta llegarse a sacar la carrera. Ahora, está inmerso en un máster de piano y también está haciendo la carrera de canto lírico.
Ha aprendido esta disciplina rodeado de los mejores profesores y maestros que le han enseñado tanto a nivel musical como personal. Recordaba a sus profesores como parte de su familia.
El director de la Banda Sinfónica Municipal de Quintanar de la Orden (Toledo), Sebastián Heras, decía para que para la Escuela de Música “era un placer contar con la presencia de un pianista como Alonso Cano” en sus instalaciones. Mencionaba que Alonso había sido “alumno de los cursos Internacionales y había participado en el Festival Internacional de música de La Mancha”.
No es la primera vez que el artista muestra su pasión a los vecinos de la Quintanar aunque ésta ocasión era especial y es que, el dinero recaudado con la venta de las entradas ha ido destinado a la Residencia de mayores “Ntra. Sra. Del Rosario” para la ayuda de un ascensor y porque era la primera vez que tocaba en las instalaciones en las que su padre estuvo escolarizado cuando era niño.
Él, se denomina como interprete y, aunque tiene nociones y ha compuesto diferentes piezas, en esta ocasión, ha deleitado a los presentes con tres piezas de grandes compositores como han sido:
La primera pieza que tocó fue El Clave Bien Temperado, Libro II – Preludio y Fuga n.º6 en Re menor, BWV 875 de Johann Sebastian Bach.
Posterior tocó Música callada – Primer cuaderno I-IX de Federico Mompou i Dencausse, compositor español.
Y por último deleitó al público con Sonata para piano n.º23 en fa menor op. 57 (Appassionata) de Ludwig van Beethoven.
Antes de finalizar, regalaba al público un Bis de Chopen.
Todas las canciones fueron de diferentes estilos, empezó con la base de los estilos que es el Barroco, luego pegó un salto hasta 1950 con el impresionismo francés y por último tocó un clasicismo-romanticismo.
Entre canción y canción el músico iba dando explicaciones de cada una de las piezas, de los compositores, explicaba los motivos que tenían las canciones y la manera de tocarlas.
La elección de dichas canciones fue porque para él “en casi todo repertorio hay que tocar a Bach porque es la perfección de la música”. De Mompou decía que lo había elegido porque “su música es preciosa” y de Beethoven deleitó con la Appassionata porque “es una obra de mucho calibre” y el pianista tenía muchas ganas de llevarla a concierto.
Alonso, decía que lo que más le gusta del piano son “los valores que enseñan los años formándote y dedicándote a ello” ya que “te enseña mucha disciplina, un control muy grande y da mucha felicidad” aunque, reconocía que “el mundo de la música es muy duro pero a la vez muy gratificante”.
El artista lo que quería era que el público disfrutase y saliera del recital aprendiendo y ampliado la visión hacía los compositores interpretados.
El Ayuntamiento quiso hacerle un obsequio para que no se olvidase de sus raíces y del concierto tan especial que ofreció.
Antes de finalizar el acto, la organización entregó a las Hermanas de la Residencia de mayores ‘Ntra. Sra. Del Rosario el dinero integro de lo recaudado con las entradas.
Sin duda, una tarde especial y emocionante la que regaló el joven Alonso Cano Corrales a los vecinos de la localidad.