Manuel Laguna Monroy ha tomado este jueves posesión de su cargo como nuevo interventor de la Junta de Comunidades en el transcurso de un acto, sencillo pero emotivo, que ha tenido lugar en la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas.
Han asistido el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina; el presidente de la Cámara de Cuentas, Fernando Andújar; el presidente del Consejo Consultivo, Francisco Javier de Irizar; y los secretarios y secretarias generales de las distintas consejerías, así como los miembros del equipo directivo y personal funcionario de Hacienda y Administraciones Públicas.
Laguna Monroy ha dicho que su primer reto será continuar con el trabajo que ha venido desarrollando hasta la fecha su antecesor en el cargo, Francisco Javier Martín Cabeza, a quien ha mostrado su agradecimiento por la labor que ha desarrollado durante los últimos siete años.
Manuel Laguna Monroy es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales (especialidad Financiación) por la Universidad Complutense de Madrid y funcionario del Cuerpo Superior de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Ha sido jefe del servicio de Política Financiera de la Consejería de Economía y Hacienda, delegado provincial en Toledo de la Consejería de Obras Públicas y secretario general técnico de la Consejería de Obras Públicas, según ha informado la Junta en nota de prensa.
Dentro de la Administración regional ha ejercido diversas responsabilidades en materia de Gestión Económica, Contratación, Presupuestos y Recursos Humanos y prestaba servicios en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) como jefe de área de Gestión Económica y Presupuestaria desde 2015.
«RIGOR Y HONESTIDAD»
Durante el acto, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha asegurado que una de las prioridades del Ejecutivo autonómico desde la llegada al gobierno de Emiliano García-Page ha sido garantizar «el máximo rigor y honestidad» en la gestión de los recursos públicos.
En este sentido, el consejero ha subrayado que, aparte del control ordinario de la gestión financiera, «la Intervención General ha venido trabajando en modernizar y perfeccionar el control interno de la actividad económico-financiera del sector público regional para hacerlo más ágil».
«Todo lo que se ha hecho hasta ahora lo hemos hecho pensando, por un lado, en la ciudadanía, porque nuestra obligación es trasladarle la seguridad y la tranquilidad de que administramos los recursos públicos que ponen a nuestra disposición de acuerdo con los criterios de rigor y honestidad; y, por otro, en los gestores, con el objetivo de ser más ágiles en lo que al control se refiere y facilitarles y ayudarles en la gestión financiera, que es muy compleja», ha añadido el titular de Hacienda y Administraciones Públicas.
Ruiz Molina también se ha referido a la crisis sanitaria generada por el coronavirus y ha puesto en valor la labor del personal funcionario de la Intervención General, «por su rapidez a la hora de tramitar el gasto asociado a la pandemia, garantizando los principios de legalidad, eficiencia y economía».
CÁMARA DE CUENTAS
El consejero también ha hecho hincapié en que, en el afán de dar tranquilidad a la ciudadanía acerca de que su dinero se administra correctamente, se ha recuperado un órgano de control externo, la Cámara de Cuentas de Castilla-La Mancha, una herramienta de la que van a disponer las Cortes regionales «para facilitar el ejercicio de control sobre la actividad económico-financiera del Ejecutivo autonómico».
Asimismo, se ha referido a los fondos de recuperación Next Generation, de los que ha resaltado que son «mucho más exigentes en lo que a control se refiere» y que hay que ejecutarlos «en tiempo y forma», con las mismas «garantías de legalidad, eficacia y eficiencia».