La organización Manos Limpias ha admitido que su denuncia contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de España, se sustenta en recortes de prensa de cuestionable veracidad, lo que ha intensificado el debate sobre la fiabilidad de las denuncias presentadas ante la justicia. Este caso, que actualmente se encuentra en los tribunales de Madrid, ha sacado a luz la práctica del pseudosindicato dirigido por Miguel Bernad de basar sus acusaciones en informaciones que podrían no ser precisas, debilitando de este modo los fundamentos de la acusación contra Gómez.
La organización Manos Limpias, conocida por sus polémicas denuncias principalmente contra entidades y personalidades progresistas, se encuentra en una situación delicada tras este reconocimiento. Su historial incluye acusaciones sin sustento y un caso de escándalo junto con Ausbanc. Además, a pesar de que su líder, Miguel Bernad, fue absuelto recientemente de cargos de corrupción, la reputación del sindicato sigue siendo objeto de escrutinio, en particular por su enfoque en el acoso político más que en la búsqueda legítima de justicia.
La denuncia ha desencadenado una serie de reacciones tanto del ámbito político como del público. El presidente del Gobierno ha tomado una posición cautelosa, mientras que el tema ha avivado el debate y la polarización dentro del panorama político español. Las críticas hacia Manos Limpias se han intensificado, destacando la cuestionable legitimidad de sus acciones y el impacto negativo que estos episodios tienen en la percepción pública de la justicia en el país.