En un acto significativo coincidiendo con el Día Mundial del Agua, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hace más de tres décadas, varias asociaciones congregadas en la Plataforma por los ríos de Madrid y el río Tajo han expresado su rotundo rechazo a los trasvases. Conmemorando dicho día el 22 de marzo, activistas han desplegado una pancarta sobre los elementos de infraestructura del sistema de trasvase, que rezaba ‘Queremos ríos vivos con agua para vida’, alusiva a los deseos globales de paz y oposición a las denominadas guerras del agua, simbolizadas en la controversia de los grandes trasvases.
La Plataforma se ha hecho eco del lema ‘Agua para la Paz’ para denunciar la confrontación denominada en España como ‘guerras del agua’, tildándolas de tácticas agresivas por parte de los beneficiarios de dichos trasvases para captar atención mediática. A través de un comunicado de prensa, han acusado al trasvase Tajo-Segura de haberse fundamentado en premisas incorrectas, aludiendo a una supuesta abundancia de agua en el Tajo y prometiendo un beneficio agrícola en Levante que no compensa su elevado coste.
Subrayaron que los objetivos planteados inicialmente por la Ley del Trasvase de 1971 fueron sobredimensionados, y la realidad demostró expectativas excesivas en cuanto a volúmenes trasvasados y hectáreas irrigadas. Mencionaron un descenso del 50% en las aportaciones del Tajo desde el inicio en 1980 y una media de 340 hectómetros cúbicos trasvasados anualmente, cifra muy por debajo de los 1.000 hectómetros cúbicos que se propuso en un inicio.
Los representantes de la plataforma critican la inversión y las decisiones tomadas en Levante, basadas en la expectativa del agua trasvasada que indujo a un crecimiento insostenible; sin asumir los costos y apoyándose en privilegios económicos revelados en estudios de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Subrayan que en la cuenca del Tajo no se consideraron los daños ambientales y la pérdida de oportunidades, reduciendo el caudal del río y contribuyendo a su contaminación, lo que ha liderado a la prohibición de actividades como el baño en parte del Tajo desde hace décadas.
El comunicado también señala los efectos perjudiciales en la cuenca del Segura, como los episodios de colapso en el Mar Menor en años recientes y las acusaciones de corrupción vinculadas al manejo del agua del trasvase.
En el marco del Día Mundial del Agua 2024, bajo el lema ‘Agua para la Paz’, han propuesto un modelo agrícola adaptado a los recursos hídricos naturales y una reducción de la zona de regadío, insistiendo en la colaboración para recuperar la salud de ecosistemas acuáticos y detener la explotación insostenible del agua. La plataforma concluye con un llamado a la preservación de los ríos y la gestión pacífica del agua, enfatizando la necesidad de ríos llenos de vida.
