Organizaciones feministas y colectivos de mujeres han anunciado una significativa ola de movilizaciones a lo largo de la geografía española para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer este 25 de noviembre. Las protestas buscan hacer eco sobre la continua lucha contra el maltrato a las mujeres y la igualdad de género. Sin embargo, estas movilizaciones no solo destacan por su número y su alcance; también señalan la divergencia en las filas del movimiento feminista.
En Castilla-La Mancha, destaca la convocatoria de dos marchas distintas en Toledo. La Plataforma 8M Toledo lidera una marcha a partir de las 12.00, mientras que el Ayuntamiento, liderado por PP y Vox, inicia su propia marcha institucional una hora antes, sin el apoyo del PSOE. Guadalajara también se suma con dos manifestaciones distintas, una organizada por la Red Feminista de Guadalajara y otra institucional promovida por el Ayuntamiento para el día siguiente.
Otros municipios de Castilla-La Mancha, como Cuenca, Albacete, Ciudad Real y Talavera de la Reina, se unen a la causa con actos y concentraciones propios, cada uno con su respectiva organización local.
Mientras tanto, en Madrid, la capital se ve dividida entre dos manifestaciones principales. Una de ellas, respaldada por la ministra de Igualdad, Ana Redondo, y convocada por el Foro de Madrid contra la violencia a las mujeres y el Consejo de las Mujeres de Madrid, plantea una ruta que parte de Gran Vía. Más tarde, una segunda marcha organizada por la Comisión 8M demanda una lucha extendida contra todas las formas de violencia machista.
En Islas Baleares, movimientos feministas han programado marchas para el mismo sábado, mientras que Cataluña varía entre una manifestación unitaria en Barcelona y actos en otros puntos de la autonomía. Asimismo, Euskadi vertebrará su protesta en tres de sus principales ciudades con horarios escalonados.
En el resto de España, desde La Rioja hasta Canarias, pasando por Comunidades Autónomas como Valencia, Asturias, Murcia y Andalucía, las convocatorias se replican con eslogans poderosos y diferentes horarios, buscando captar la atención pública y promover acciones concretas contra la violencia de género. Con este panorama, un país se alista para levantar la voz por la eliminación de la violencia contra la mujer, aunque las diferencias dentro del propio feminismo demuestren que aún queda mucho por dialogar y consensuar en la lucha por la igualdad.
