En Castilla-La Mancha, cientos de agricultores y ganaderos han alzado su voz contra la nueva Política Agraria Común (PAC), la estrategia Agenda 2030 y varios otros aspectos que, según ellos, amenazan la sostenibilidad de sus explotaciones. Este jueves, convocados por las organizaciones agrícolas Asaja, UPA y COAG, han llevado a cabo protestas cortando distintas carreteras de la región en señal de descontento con la situación actual del sector.
Una congregación notable tuvo lugar en Madridejos, donde se estima que unas 400 personas se han reunido en el kilómetro 121 de la carretera A-4. Florencio Rodríguez, secretario general de Asaja en Ciudad Real, junto a María Sánchez, responsable de UPA Castilla-La Mancha, expresaron ante la prensa su opinión sobre las adversidades que enfrenta el campo. Rodríguez afirmó que los trabajadores del sector primario viven una situación tan desfavorecedora que algunos prefieren no trabajar debido a la baja rentabilidad y mejor ayuda gubernamental.
Rodríguez también criticó las decisiones del Ministerio, que no considera beneficiosas para los agricultores y ganaderos españoles, y calificó las medidas de la Unión Europea como insuficientes. Ambos defensores del campo demandaron un enfoque más inclusivo con los trabajadores del sector en la formulación de políticas agrarias. María Sánchez destacó la importancia de las pequeñas explotaciones familiares agrarias en el mantenimiento y sostenibilidad de la producción alimentaria de Europa.
En otro punto de la región, concretamente en Otero, Blanca Corroto, presidente de Asaja Toledo, dirigió críticas hacia la nueva PAC, sobre todo por los ecorregímenes que consideró difíciles de aplicar en la mayoría del terreno de la provincia. Asimismo, exigió reformas a la Ley de la Cadena Alimentaria y a las sanciones impuestas tanto a grandes superficies como industrias.
La provincia de Guadalajara también se unió a las protestas con una movilización de más de 200 tractores que recorrieron las calles de la capital, desembocando en la glorieta de la Constitución donde se dispersaron 2.000 kilos de grano. Representantes de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG) y COAG esperan que sus voces sean escuchadas y sus demandas atendidas.
Por último, en la provincia de Cuenca, la convocatoria en Villarrubio no tuvo lugar por falta de manifestantes, mientras que en Villar de Cantos alrededor de 300 personas se reunieron para expresar sus preocupaciones. José María Fresneda, líder regional de Asaja, pidió unidad en el sector para lograr igualdad de condiciones con otros agricultores y ganaderos de la Unión Europea y defendió la implementación de cláusulas espejo para las importaciones no europeas.
Estas protestas ponen de manifiesto la creciente presión que sienten los agricultores y ganaderos en España, y su firme determinación para buscar cambios que aseguren la viabilidad y la competitividad de su trabajo en el futuro.