Un grupo de más de 30 colectivos procedentes de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y la Comunidad de Madrid, han unido fuerzas para hacer visible el mal estado del río Tajo y de los demás ríos que forman parte de su cuenca hidrográfica. El 25 de marzo han llamado a una manifestación en Toledo, con motivo del Día Mundial del Agua, para denunciar la problemática y llamar la atención sobre la «degradación generalizada» de los cursos medios y bajos de todos estos ríos, que en muchos casos se han convertido «en cloacas a cielo abierto», una amenaza para la salud pública y la biodiversidad.
Entre los colectivos convocantes figuran organizaciones como Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, la Plataforma por los Ríos de Madrid y el Río Tajo, y la Asociación Ecologista del Jarama ‘El Soto’, así como la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid y la Red Agua Pública de Madrid (RAPM), entre otros. Según los convocantes, a pesar de la existencia de normativas nacionales y autonómicas, así como de los objetivos de la Directiva de Aguas, los ríos madrileños y el Tajo «agonizan», presentando «cauces colmatados de residuos, miles de toallitas colgando de los árboles y colectores que sueltan aguas residuales mal depuradas».
La gestión de estos ríos está compartida por varias administraciones y organismos como la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), la Comunidad de Madrid, la Junta de Castilla-La Mancha, el Canal de Isabel II y el Ministerio para la Transición Ecológica. Según los convocantes, todas estas instituciones, por la falta de acción y la laxitud de sus funciones, permiten que los ríos se conviertan «en canales de aguas sucias y muertas». Contrariamente, afirman que las medidas adoptadas en el nuevo Plan Hidrológico del Tajo son «insuficientes» para alcanzar la buena calidad de las masas de agua. De hecho, los caudales ecológicos establecidos incumplen la legislación y las sentencias del Tribunal Supremo de 2019, mientras que sus dotaciones «son muy escasas para recuperar la dinámica fluvial o evitar el deterioro de los ríos». En lo que respecta al río Tajo, los caudales establecidos están al servicio de una agricultura «desproporcionada, tóxica, depredadora e insostenible», lo que agrava la contaminación que recibe de los ríos madrileños, especialmente del Jarama y del Guadarrama, que desembocan en él, y que se ve agravada por la reducción del caudal como consecuencia del trasvase Tajo-Segura.
Para denunciar esta situación, más de 20 colectivos de Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, Extremadura y Castilla y León han convocado una manifestación que transcurrirá en Toledo entre la Plaza de Zocodover y el puente de Alcántara sobre el río Tajo.