En Ciudad Real, una movilización masiva de agricultores con aproximadamente 200 tractores ha tomado las calles de la capital provincial para expresar su descontento con la situación actual del sector agropecuario. La acción ha sido convocada por las asociaciones agrarias Asaja, UPA y COAG, junto con Cooperativas Agro-alimentarias, quienes buscan llamar la atención sobre la difícil coyuntura que enfrentan y reclamar un plan de choque en distintos niveles administrativos.
La manifestación dio inicio pasadas las 11.00 horas del día en la emblemática Puerta de Toledo. A pesar del intenso operativo policial presente, la marcha ha desfilado pacíficamente a través de la ronda de la capital hasta alcanzar la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. En este punto, los manifestantes realizaron un acto simbólico al verter más de 25.000 litros de vino francés mal fermentado en las puertas de la entidad, simbolizando su descontento con la gestión hídrica.
Posteriormente, la concentración de agricultores continuó su camino hacia la Subdelegación del Gobierno de la provincia, siendo el destino final de la marcha. Aquí, los representantes de las distintas organizaciones agrarias tomaron la palabra, remarcando las dificultades burocráticas a las que se enfrentan los profesionales del campo. Los puntos clave de sus demandas incluyen la necesidad de una simplificación administrativa, una revisión de la Política Agraria Común (PAC) que refleje las realidades del campo español y la implementación de una ley que prohíba prácticas comerciales desleales y asegure que los precios cubran los costos de producción.
Un altercado aislado sucedió en la calle Alarcos, donde intervino la Policía Nacional al surgir tensiones mientras un tractor intentaba desviarse hacia el centro de la ciudad. La Unidad de Intervención Policial (UIP), llegada desde Madrid, mantuvo la situación bajo control, asegurando que los tractores se mantuvieran en las rutas asignadas.
Entre las declaraciones destacadas, el presidente nacional de Asaja, Pedro Barato, instó a las instituciones europeas a tomar en serio las demandas del sector, criticó el enfoque burocrático excesivo y exigió mejoras en el acceso a las infraestructuras hídricas. Barato lamentó la insuficiencia de fondos proporcionados por la PAC y la complicación innecesaria que representa para los agricultores.
Por otra parte, el secretario general de UPA, Julián Morcillo, pidió a las administraciones una respuesta concreta a las manifestaciones y criticó a ciertos partidos políticos que parecen capitalizar el descontento de los trabajadores del campo. Asimismo, Julio Bacete, vicepresidente de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, hizo hincapié en la necesidad de una gestión adecuada del agua y reclamó estudios sobre las masas de agua subterránea, subrayando el uso responsable del recurso por parte de los agricultores.