En una maniobra inesperada que continúa demarcando la excepcionalidad de su caso, los fiscales de Manhattan a cargo de la causa contra Donald Trump han acordado retrasar la sentencia del expresidente. Trump, acusado de 34 delitos relacionados especialmente con la falsificación contable dirigida a ocultar un pago por silencio a la actriz porno Stormy Daniels, por un señalado idilio extramatrimonial, se encuentra en una posición delicada, a pesar de haber sido declarado culpable hace unos meses. El veredicto, que podría haberlo visto enfrentar hasta cuatro años de prisión, queda ahora en suspenso, abriendo la posibilidad a una sentencia que varíe desde unas pocas semanas de cárcel hasta simples medidas de libertad condicional.
Este retraso no es casual: ocurre en un contexto donde el Tribunal Supremo de Estados Unidos acaba de otorgar a Trump una inmunidad parcial por el caso del asalto al Capitolio, en una decisión donde se distingue claramente entre actos «oficiales» e «inoficiales» del mandato. Es en este paisaje legal donde los abogados del acusado buscan argumentar que el reciente fallo pudiera tener un peso decisivo sobre su condena en el caso de falsificación contable.
Además, el caso de Manhattan, que investiga transacciones personales de Trump durante la campaña de 2016, ha sido objeto de escrutinio legal respecto a la admisibilidad de evidencias relacionadas con la gestión de Trump en la Casa Blanca. La defensa no solo ha pedido este aplazamiento, sino que también apunta a la anulación de la condena, sostiendo que los fiscales han utilizado indebidamente pruebas de actos oficiales para sostener acusaciones extraoficiales.
En un movimiento estratégico, los abogados de Trump han propuesto el 10 de julio como fecha para presentar sus argumentos judiciales, estableciendo una ventana de dos semanas para la respuesta por parte de la fiscalía. Este periodo apunta a una deliberación cuidadosa sobre las implicaciones del fallo del Tribunal Supremo en la condena del expresidente.
El fiscal adjunto Joshua Steinglass, una voz prominente en esta investigación, ha señalado que, aunque cuestiona el mérito de los argumentos de la defensa, no se opone a la solicitud de aplazamiento. Este retraso estratégico significa que, potencialmente, la resolución sobre la sentencia de Trump podría extenderse más allá de la Convención Nacional Republicana, lo que plantearía un escenario político sin precedentes donde Trump podría estar participando en la carrera presidencial bajo una sentencia aún indefinida.
Finalmente, el caso que involucra un pago de 130.000 dólares a Stormy Daniels poco antes de las elecciones de 2016, sigue captando el interés público y mediático. Daniels, quien afirma haber mantenido encuentros sexuales con Trump años antes de su candidatura presidencial mientras él estaba casado, se encuentra de nuevo en el centro de una controversia que sigue desafiando las normas convencionales del sistema judicial y político estadounidense.
