En una noche llena de nostalgia y reencuentros inesperados, el programa de Antena 3 «Tu cara me suena» logró una vez más capturar la atención de su audiencia al revivir una de las parejas más emblemáticas y seguidas de la televisión española. Chenoa, enfrentándose al pasado con gracia y profesionalismo, se encontró en una posición única durante la emisión del programa el pasado viernes 23 de mayo, al tener que juzgar no uno, sino dos intentos de emulación de David Bisbal, su expareja.
Este inusual encuentro se produjo gracias a la introducción de la «casilla de duelo» en el programa, una novedad que tuvo como protagonista a Bisbal y que puso a los concursantes Mikel Herzog Jr. y Yenesi en el desafío de imitar al famoso cantante de «Operación Triunfo 1» en distintas etapas de su carrera. La atención y dedicación de los participantes no solo sorprendieron al público y al resto del jurado, sino que también dejaron una imborrable marca en Chenoa, especialmente con la actuación de Mikel, quien ha sido reconocido incluso fuera del programa por su asombroso parecido con Bisbal.
La noche estuvo llena de referencias y bromas sobre la relación pasada entre Chenoa y Bisbal, provocando risas y también momentos de tensión amistosa entre los presentes. Manel Fuentes y Àngel Llàcer, este último exprofesor de Bisbal en la academia de «Operación Triunfo», no perdieron la oportunidad de jugar con esta histórica relación, destacando el conocimiento profundo que algunos miembros del jurado poseían sobre el cantante almeriense y sus días junto a Chenoa.
A pesar de las burlas y el ambiente cargado de referencias a su antigua relación, Chenoa mostró su gran profesionalidad y sentido del humor. Alabó el trabajo de imitación realizado por los participantes, especialmente la habilidad de Mikel para replicar los giros vocales característicos de Bisbal en su etapa más flamenca, refiriéndose a su actuación del tema “Camina y ven” del año 2005.
Incluso cuando el tono de las bromas rozaba lo personal, Chenoa supo manejar la situación con madurez y gracia, recordando a todos que, a fin de cuentas, ella también es parte importante de la historia no solo de Bisbal, sino de una época memorable de la televisión y la música en España. Esta noche en «Tu cara me suena» demostró ser mucho más que un concurso de imitaciones; fue un viaje al pasado, un tributo a las carreras de dos grandes artistas y, sobre todo, una celebración de la capacidad de mirar atrás con cariño y avanzar con la cabeza en alto.