Maixabel Lasa, viuda de Juanmari Jauregui, asesinado por ETA, cuya historia narra la película ‘Maixabel’ (2021), dirigida por Icíar Bollaín y protagonizada por Blanca Portillo y Luis Tosar, participó ayer en un curso de Verano organizado por la Cátedra UCLM-Diputación de Cuenca de Justicia y Prisión.
“No me gusta hablar de perdón porque es un término demasiado manoseado, sino de segundas oportunidades” con esta frase, y unas gracias tremendamente emotivo, terminaba la mesa redonda protagonizada por Maixabel Lasa, tras la proyección de la película “Maixabel”, en los Multicines Cuenca, durante la segunda Jornada del Curso de Verano de la UCLM, que lleva por título ‘Transformando el sistema penitenciario: el papel de la justicia restaurativa en la rehabilitación de las personas condenadas y su contribución a las víctimas de los delitos’ se está celebrando en la Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca, en colaboración con Instituciones Penitenciarias y la Cátedra Justicia y prisión.
La protagonista de dicha proyección, ha relatado cómo se acercó a estos encuentros restaurativos, tras una preparación previa, una vez supo que no se trataba de justificar lo que se había hecho, sino de aceptar el daño causado a las víctimas sin esperar beneficios penitenciarios. Así, inició este proceso desde el convencimiento ideológico de que “la política penitenciaria de cualquier Gobierno tiene que ser la reinserción de los presos”, pero también, desde el convencimiento personal que le impulsaba saber, que, Juanmari Jauregui, su marido, asesinado por ETA, siempre había entendido que sólo hablando se solucionaban los conflictos.
Esos encuentros restaurativos, celebrados con la mayor discreción y a los que acudió voluntariamente desde su posición de Directora de la Oficina de víctimas del Terrorismo en el País Vasco, supusieron para ella misma, como víctima, el dejar atrás una mochila demasiado pesada, el poder pasar página, alcanzar la paz y la tranquilidad. Pero, sobre todo, saber que quien entró en prisión en su día como miembro de ETA, “no saldría de ella cómo un héroe, sino como unas personas rehabilitadas, listo para la reconciliación y convivencia que todos necesitamos”.
Para Maixabel Lasa, la Justicia Restaurativa no debería haber límites, ya que, por la experiencia vivida, los beneficios que aporta a la víctima son muchos, empezando por darle un protagonismo del que se carece en el proceso penal, donde el cual, “nunca nadie le preguntó”. Una lección de generosidad y compromiso que el público congregado en los Multicines Cuenca, en pie, ha agradecido con un sentido aplauso.
Texto y fotos: Cátedra Universitaria sobre «Justicia y Prisión»