La exfiscal general del Estado y actual fiscal de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Consuelo Madrigal, ha expresado su firme postura respecto a la imputación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Durante un acto de jura de nuevos letrados en el Colegio de Abogados de Ciudad Real, Madrigal afirmó que, de haber sido ella la imputada por el Tribunal Supremo, optaría por dimitir.
A preguntas de los periodistas, la fiscal subrayó la importancia de la imparcialidad en la institución, enfatizando que «no solo hay que ser imparcial, sino también parecerlo». En este contexto, recordó que García Ortiz ya había reconocido los hechos que han llevado a su imputación, lo que, según Madrigal, resalta la necesidad de que las instituciones no solo actúen correctamente, sino que también se perciban así.
«La imparcialidad judicial debe existir en esencia y en apariencia», reiteró, haciendo hincapié en la responsabilidad de quienes ocupan cargos en el sistema judicial.
Por otro lado, la fiscal también fue cuestionada sobre la controversia relacionada con la revisión de penas a los presos de ETA. En ese sentido, mostró su desacuerdo con la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ha indicado que no es necesario derogar la disposición adicional que permitió la reducción de algunas condenas. Esta postura refleja sus reservas sobre la reciente jurisprudencia en materia de derechos penales y la gestión de los casos relacionados con el terrorismo.