En un acontecimiento marcado por la historia y la diplomacia, el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunieron en Reino Unido con el simbólico backdrop del palacio de Blenheim. Este encuentro, el primero desde que Starmer asumió el poder, señala una nueva era de cooperación anglo-francesa tras una larga sequía de diálogo directo durante los gobiernos conservadores previos.
El 19 de julio de 2024, los dos líderes reiteraron su lealtad a Ucrania en su enfrentamiento contra la agresión rusa, prometiendo un apoyo inquebrantable. Paralelamente, confirmaron su compromiso de fortalecer los lazos económicos y enfrentar conjuntamente las crisis climáticas, destacando la prioridad de soluciones sustentables y de reducción de carbono.
La reunión fue especialmente simbólica, coincidiendo con el 120 aniversario de la Entente Cordial, un hito en la relación bilateral de ambas naciones, y el 80 aniversario del desembarco de Normandía. Estos eventos resaltan la longitud y profundidad de la colaboración franco-británica, resurgiendo en un momento crucial del siglo XXI.
Ambos gobiernos acordaron unir fuerzas en diversas áreas, desde la economía hasta la seguridad energética, enfocándose particularmente en la creciente problemática de la migración irregular. En respuesta a la trágica pérdida de vidas en el Canal de la Mancha, el encuentro concluyó con el anuncio de una cooperación reforzada contra las redes de tráfico humano y la operativización del nuevo Mando de Seguridad Fronteriza de Reino Unido.
La crisis en Gaza también encontró eco en las conversaciones, con un llamado conjunto al cese inmediato de las hostilidades y la necesidad de respetar el derecho internacional para avanzar hacia la paz en la región.
Este primer encuentro no solo renueva la esperanza de una cooperación renovada y fortalecida entre Reino Unido y Francia sino que también pone de manifiesto el compromiso compartido de ambos líderes hacia la resolución de algunas de las crisis más apremiantes de nuestro tiempo. En un mundo cada vez más interconectado pero fragmentado, la alianza franco-británica se erige como un faro de cooperación internacional y solidaridad.
