Emmanuel Macron ha optado por dar una segunda oportunidad a su primer ministro en funciones, Sébastien Lecornu, tras la reciente dimisión de este apenas 13 horas después de presentar su nuevo gabinete. La decisión del presidente busca definir «una plataforma de acción» que brinde la estabilidad necesaria al país en medio de un panorama político incierto. El Palacio del Eliseo anunció que Lecornu tiene hasta el miércoles para llevar a cabo negociaciones cruciales con las fuerzas políticas.
La situación en el Gobierno francés se ha tornado particularmente delicada debido al descontento de partidos como Los Republicanos, que ya han cuestionado la composición del nuevo equipo ministerial. Esta incertidumbre podría dificultar la formación de un Ejecutivo sólido, especialmente considerando que el partido de Macron no cuenta con la mayoría en la Asamblea. Minutos después de la notificación oficial, Lecornu aceptó el desafío y se comprometió a informar a Macron sobre los avances logrados.
Estas horas de tensión reflejan una escalofriante fragilidad en el sistema político francés, donde la presión puede desatar un efecto dominó que amenace la cohesión del Gobierno. La capacidad de Lecornu para negociar y alcanzar consensos será fundamental no solo para su permanencia en el cargo, sino para el futuro político de Francia ante una posible crisis de gobernabilidad.
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