En un giro dramático en el conflicto de larga data en el este de la República Democrática del Congo (RDC), el Movimiento 23 de Marzo (M23), un grupo rebelde con el supuesto respaldo de Ruanda, anunció la noche del domingo que ha tomado el control de Goma, la capital de la provincia de Kivu Norte. Según el portavoz del M23, Lawrence Kanyuka, el grupo afirma haber realizado una «liberación exitosa» de la ciudad y asegura que la situación está totalmente bajo control, llamando a los residentes a mantener la calma.
A través de un comunicado en la red social X, Kanyuka relató que el «fin del ultimátum» dado a las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) para deponer las armas ha concluido, exigiendo que todo el personal militar entregue sus armas a la Misión de las Naciones Unidas en la RDC (MONUSCO) para su custodia y que se reúnan en el Estadio de la Unidad, advirtiendo que pasado ese plazo, el control efectivo de la ciudad pasaría a manos del grupo rebelde.
Bertrand Bisimwa, líder político del M23, señaló que se está procediendo al desarme de los miembros de las FARDC y sus milicias aliadas, con el objetivo de asegurar el pleno control de la ciudad y garantizar la seguridad de la población civil y de sus propiedades. Este procedimiento fue confirmado por el Ejército de Uruguay, que tiene fuerzas desplegadas en el país como parte de la MONUSCO, mediante un comunicado que incluía imágenes del proceso de desarme.
La situación en Goma ha capturado la atención internacional, exacerbando las ya tensas relaciones entre la RDC y Ruanda. Ruanda ha expresado que el actual conflicto ha sido provocado por las «constantes violaciones del alto el fuego» por parte de las FARDC y sus aliados, lo que representa una «grave amenaza» para su seguridad e integridad territorial, lo que requiere de una «postura defensiva sostenida».
Por otro lado, Kenia ha intervenido, anunciando una cumbre extraordinaria en las próximas 48 horas bajo el liderazgo del presidente William Ruto, en un esfuerzo por mediar en el conflicto y abogar por el cese inmediato de hostilidades. La ministra de Exteriores de la RDC, Thérèse Kayikwamba, denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU la incursión de «nuevas tropas ruandesas» en territorio congoleño, en defensa de la ciudad de Goma.
La toma de Goma por el M23 ha sido fuertemente condenada por la comunidad internacional. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado su «profunda preocupación» por la escalada de la violencia y ha reiterado su condena a la ofensiva del M23 con el apoyo de Ruanda. Asimismo, el Consejo de Seguridad de la ONU ha reiterado su apoyo a la MONUSCO y ha condenado los avances del M23 y la explotación ilícita de los recursos naturales de la región.
Este conflicto marca el resurgimiento de un grupo rebelde que anteriormente había firmado un acuerdo de paz tras su conflicto entre 2012 y 2013, lo que subraya la fragilidad de la paz en esta región rica en recursos naturales y estratégicamente vital, complicando aún más las dinámicas regionales y las relaciones internacionales en África Central.